sábado, 9 de mayo de 2015

La mamá: La mejor economista

LA MEJOR ECONOMISTA DEL MUNDO: MI MADRE

Veo a mi madre y veo a la mejor economista del mundo. No sólo es su caso, sino el de la mayoría de madres y amas de casa, y también el de algunos padres. Uno enciende el televisor y sólo oye "la crisi del deute", deuda por aquí, deuda por allá. Ni siquiera un reconocido catedrático burgués, nos sabe sacar de ésta. Ver a mi madre contemplando un debate de economía donde aparecen grandes sabios que no tienen ni idea de cómo salir de la crisis, es lo mejor que le puede ocurrir a alguién en estos días.
Pues bien, en este embrollo que nos han metido a lo largo de los años del sueño dorado del crecimiento interminable, se hallan personas como mi madre, aquellas personas que son cautas a la hora del gasto, no ahora, sino a lo largo de su vida. Un caso de gestión brillante del patrimonio doméstico, que puedo contar por centenares. Las personas que han sabido administrar el dinero que han ido ganando con su trabajo, y no se han endeudado a "todo trapo" living la vida loca, son las que ahora tienen un margen de maniobra mayor. Porque al fin y al cabo, la economía doméstica es como la economia de empresa o como la economía de un país. Todo es lo mismo, a diferentes escalas. Amas de casa que se han comprado un televisor cuando han podido, que se han reformado el lavabo cuando han podido, que se han ido de vacaciones a la playa cuando han podido. Todo paso a paso, como el buen gestor de empresas que una vez amortiza sus equipos de trabajo, renueva su maquinaria para que la productividad no decaiga y vaya en aumento (como los alemanes tras la segunda guerra mundial con los planes Marshall). Así es como se logra una economía saneada, sin deudas, y sabiendo en todo momento la tesorería de que se dispone, para hacer o deshacer en el día a día de nuestra vida. Si algunos políticos, banqueros, empresarios, etc hubieran tomado nota de esto, otro gallo cantaría en nuestros revueltos días peleándonos con la deuda. Lo que le pasa a Grecia es lo que pasa cuando además de hipotecarnos, financiamos nuestra televisión, electrodomésticos, vacaciones, tarjetas de crédito, etc etc. Llega un momento que cuando los ingresos escasean no se puede hacer frente a estos préstamos. Y qué hacemos?, refinanciar la deuda, y así sucesivamente hasta que llega un punto que ya no hayMÁS DINERO para pagar (preguntar a Lehman Brothers). Es lo que le pasa a Grecia, su pelota se va haciendo grande y más grande, y es lo que le pasa a nuestra Generalitat, su pelota se va haciendo más y más grande, y todo por no ser como mi madr

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