lunes, 28 de septiembre de 2015

Universidades en español que dictan cursos online gratis (con certificado)

¡Imperdible! Hemos preparado un directorio detallado con todas las universidades en español que ofrecen cursos online gratis con certificado.


Como es sabido, en este blog nos dedicamos a recopilar una serie de recursos educativos para complementar nuestra formación profesional con herramientas de gran utilidad. Como prueba de ello tenemos nuestras secciones de canales de Youtube para estudiantes universitarioslibros en PDF, y por supuesto, una sección dedicada a cursos online ofrecidos por importantes instituciones educativas.

Debido a la gran cantidad de pedidos que recibo diariamente en el correo y en el fanpage de Oye Juanjo!, decidí preparar este directorio online con todas las universidades que ofrecen cursos gratuitos por Internet. De esta manera cada uno puede hacer búsquedas personalizadas de cursos y estar actualizados con las últimas novedades.

Cómo me registro en los cursos


Como ya lo he explicado anteriormente en mi post recopilatorio de cursos gratuitos que comienzan en octubre, para participar sólo hay que dirigirse al enlace de cada curso y registrarnos completamente gratis en la plataforma.

La mayoría de universidades que veremos a continuación están asociadas a organizaciones particulares que ayudan a la difusión de los contenidos. Al finalizar puedes solicitar un certificado gratuito que puedes usar para acompañar tu hoja de vida (en algunos casos es necesario hacer una inversión razonable).

Bien, vamos de lleno con la lista de universidades que ofrecen cursos gratuitos online. ¡Lápiz y papel a la mano!

Universidades en español que dictan cursos gratis (con certificado)


Universidad Nacional Autónoma de México

¿Qué puedo encontrar aquí? La UNAM es una de las instituciones académicas que más apuesta por la educación online. Prueba de ello son los cursos de programación, geometría, ecología, sociología, finanzas, y tecnología.


Universitad Autónoma de Barcelona

¿Qué puedo encontrar aquí? Una gran variedad de cursos online sobre tecnología, redacción, psicología, salud, cultura, entre otros contenidos de gran interés.

Pontificia Universidad Católica de Chile

¿Qué puedo encontrar aquí? La prestigiosa universidad chilena cuenta con una selección de cursos online gratuitos sobre gestión empresarial, emprendimiento, coaching, y educación.


Tecnológico de Monterrey

¿Qué puedo encontrar aquí? Cursos gratuitos de programación, gestión empresarial, marketing, desarrollo de aplicaciones, estadísticas, y mucho más.

Universidad de las Américas Puebla

¿Qué puedo encontrar aquí? Otra universidad mexicana que imparte cursos de relaciones internacionales. De momento no hay mucha variedad de propuestas educativas.

Fundacion Universitaria Catolica del Norte

¿Qué puedo encontrar aquí? Una excelente oportunidad para explorar cursos de tecnología, emprendimiento, recursos humanos, y proyectos empresariales.

Universidad de Navarra

¿Qué puedo encontrar aquí? La reconocida universidad española difunde mensualmente cursos online de gran interés para estudiantes universitarios y público en general.

Universidad de Alcalá

¿Qué puedo encontrar aquí? No hay mucha variedad de cursos. Por ahora tenemos un curso de diseño instruccional online. ¡A estar atentos a nuevas publicaciones!

Universidad Autónoma de Madrid

¿Qué puedo encontrar aquí? Otra universidad española que apuesta de lleno por los cursos de programación, literatura, biología, medicina, filosofía, y salud.

Universidad Carlos III de Madrid

¿Qué puedo encontrar aquí? Cursos de software para ingenieros de sistemas, así como otras temáticas orientadas a la educación y sociología.

Universidad Politécnica de Valencia

¿Qué puedo encontrar aquí? Una buena recopilación de cursos con temáticas sociales, además de otras especialidades como biología, química, ciencia, tecnología, y educación.

Universidad de Cantabria

¿Qué puedo encontrar aquí? Desde cursos de creatividad, oratorio y liderazgo; hasta cursos online gratuitos de salud, psicología y coaching personal.

Universidad Rey Juan Carlos

¿Qué puedo encontrar aquí? Cursos web orientado a las relciones humanas, estadísticas, economía y números. Atentos siempre con las fechas de inscripciones.

Universidad Castilla-La Mancha

¿Qué puedo encontrar aquí? Cada cierto tiempo se comparten cursos para estudiantes y profesionales de Abogacía. Hay que estar atentos a los nuevos lanzamientos.

Universidad del País Vasco

¿Qué puedo encontrar aquí? Otra institución educativa que apuesta fuerte por los cursos online gratuitos de salud, tecnología, y cuestiones sociales.

Universidad de la Laguna

¿Qué puedo encontrar aquí? Recibe cursos personalizados de redacción, gramática, geometría, electricidad, entre otras especialidades similares.

Universidad de Murcia

¿Qué puedo encontrar aquí? Murcia tiene una amplia lista de cursos educativos sobre derecho, lexicografía, salud, educación, y hasta criptología.

Universidad Politécnica de Cartagena

¿Qué puedo encontrar aquí? Una de las pocas universidades colombianas que imparte cursos bajo esta modalidad. La mayoría abocados a los números, estadísticas, y matemáticas.

Universidad Tecnológica Nacional

¿Qué puedo encontrar aquí? Una universidad argentina comparte cursos temporales de tecnología abocada a la educación, así como diseños de proyectos educativos con TIC.

Universidad Ricardo Palma

¿Qué puedo encontrar aquí? La universidad peruana anuncia cada cierto tiempo el lanzamiento de cursos online de coaching personal. ¡Atentos a nuevos llamados!

Universidad de Santiago de Chile

¿Qué puedo encontrar aquí? Otra universidad chilena que comparte cursos gratuitos de gestión empresarial y tecnología web. De momento no hay mucha variedad.

Universidad Pontificia de Salamanca

¿Qué puedo encontrar aquí? Un puñado de cursos gratuitos sobre tecnología, deportes, y recopilación de datos. Cada mes hay nuevas inscripciones.

Universidad de Cadiz

¿Qué puedo encontrar aquí? Recientemente la Universidad de Cadiz se sumó a las instituciones que ofrecen cursos online gratis. De momento sólo tenemos un curso sobre estética y teoría del arte.

Universidad de Chile

¿Qué puedo encontrar aquí? Y finalmente tenemos esta universidad chilena que mensualmente comparte una sección de cursos muy interesantes sobre sexualidad en la escuela, género, y desastres socionaturales.



Y bien  ¿Te animas a compartir tus recomendaciones? ¿Te gustaría que prepare una recopilación de las universidades extranjeras que dictan cursos online gratis? Como siempre, espero todo tipo de sugerencias o dudas en la sección de comentarios. Recuerda que también puedes seguirme en mi nuevo blogEstudiarporInternet. ¡Hasta pronto!

domingo, 27 de septiembre de 2015

Las tres burbujas que amenazan la economía china (y al mundo entero)

Las razones por las que la Reserva Federal enterró el monetarismo

LONDRES – La decisión de la Reserva Federal de aplazar una subida de los tipos de interés no debería haber sorprendido a nadie que haya prestado atención a las observaciones de su Presidenta, Janet Yellen. Dicha decisión no hizo sino confirmar que no es indiferente a la tensión financiera internacional y que su criterio en materia de gestión del riesgo sigue siendo marcadamente favorable a que los tipos permanezcan “más bajos durante más tiempo”. Entonces, ¿por qué los mercados y los medios de comunicación actuaron como si la intervención de la Reserva Federal (o, mejor dicho, la falta de ella) fuera inesperada?
Lo que de verdad dejó perplejos a los mercados no fue la decisión de la Reserva Federal de mantener los tipos de interés cero durante unos meses más, sino la declaración que la acompañaba. La Reserva Federal reveló que en modo alguno le preocupaban los riesgos de una mayor inflación y estaba deseosa de reducir el desempleo por debajo de lo que la mayoría de los economistas consideran su “tasa “natural” de un cinco por ciento, aproximadamente.
Esa relación –entre la inflación y el desempleo– es la que constituye el núcleo de todas las controversias sobre la política monetaria y la banca central y casi todos los modelos económicos modernos, incluidos los utilizados por la Reserva Federal, se basan la teoría monetarista de los tipos de interés encabezada por Milton Friedman en su  discurso presidencial de 1967 ante la Asociación Económica Americana.
Según la teoría de Friedman, una vez que el desempleo bajara por debajo de un nivel mínimo de seguridad, que calificó de tasa de desempleo “natural”, la inflación se aceleraría automáticamente y sin límite. En la obra original de Friedman, la tasa de desempleo natural era una conjetura puramente teórica, basada en una hipótesis denominada “esperanzas racionales”, aun cuando fuera contraria a toda definición normal de comportamiento racional.
La publicación de dicha teoría en un momento de alarma mundial respecto de la inflación de dos dígitos ofreció a los bancos el pretexto que precisamente necesitaban para adoptar medidas sumamente impopulares. Al aumentar espectacularmente los tipos de interés para combatir la inflación, las autoridades desbarataron la capacidad de los trabajadores organizados y al tiempo se libraron de la culpa por el enorme desempleo que la austeridad monetaria había de producir.
Unos años después, se substituyó la tasa “natural” de Friedman por la “tasa de inflación que no acelera el desempleo” (NAIRU, por sus siglas en inglés), menos cargada de valor y de apariencia más erudita, pero la idea fundamental fue siempre la misma. Si se utiliza la política monetaria para intentar reducir el desempleo por debajo de un nivel predeterminado, la inflación se acelerará sin limite y destruirá puestos de trabajo. Así, pues, se debe evitar a toda costa una política monetaria encaminada a conseguir un desempleo por debajo de la NAIRU.
Según una versión más extrema de esa teoría, no es posible un equilibrio duradero en la disyuntiva entre la inflación y el desempleo. Todas las medidas encaminadas a estimular la creación de puestos de trabajo o el crecimiento económico con dinero fácil no harán sino impulsar el aumento de los precios, lo que contrarrestará todo efecto en el desempleo. Así, pues, la política monetaria debe centrarse exclusivamente en obtener los objetivos de inflación y se debe exonerar a los banqueros centrales de culpa alguna por el desempleo.
La teoría monetaria que justificaba la reducción del cometido de los bancos centrales a la fijación del objetivo de inflación tenían muy poco respaldo empírico cuando Friedman la propuso. Desde entonces, ha sido refutada por la experiencia política y las muestras estadísticas., Lejos de quedar anulada por el aumento de los precios, como predecía la teoría, la política monetaria resultó tener unos efectos mucho mayores en el desempleo que en la inflación, en particular en los veinte últimos años.
Pero, pese a la refutación empírica, el atractivo ideológico del monetarismo, apoyado por la supuesta autoridad de las esperanzas “racionales”, resultó abrumador. A consecuencia de ello, el planteamiento de la política monetaria puramente orientado a la inflación cobró un predominio total tanto en la banca central como en la economía académica.
Eso nos devuelve a los acontecimientos financieros recientes. Todos los modelos de fijación del objetivo de inflación por la Reserva Federal (y otros bancos centrales e instituciones oficiales como el Fondo Monetario Internacional) dan por sentada la existencia de un límite predeterminado del desempleo no inflacionista. El modelo más reciente de la Reserva Federal calcula que la NAIRU es de entre el 4,9  por ciento y el 5,2 por ciento.
Y ésa es la razón por la que muchos economistas y participantes en los mercados se quedaron perplejos ante la aparente complacencia de Yellen. Como ahora el desempleo en los Estados Unidos asciende al 5,1 por ciento, la teoría monetaria normal dicta la necesidad de subir urgentemente los tipos de interés. De lo contrario, la consecuencia inevitable será una desastrosa explosión inflacionista o resultará totalmente equivocado el corpus de teoría económica que ha dominado la formulación de políticas y el pensamiento académico desde que se publicó el trabajo de Friedman sobre las esperanzas “racionales” y el desempleo “natural”.
Entonces, ¿qué debemos concluir de la decisión de la Reserva Federal de no subir los tipos de interés? Una posible conclusión es trivial. Como la NAIRU es un concepto puramente teórico, los economistas de la Reserva Federal  pueden simplemente cambiar sus cálculos de ese número mágico. En realidad, la Reserva Federal ya ha reducido su cálculo de la NAIRU tres veces en los dos últimos años.
Pero puede haber una razón más profunda para la tolerancia de la Reserva Federal. A juzgar por los discursos recientes de Yellen, la Reserva Federal podría dejar de creer en versión alguna de la tasa “natural” de desempleo. Las hipótesis de Friedman de una inflación cada vez más acelerada y unas esperanzas irracionalmente “racionales” que propiciaran una fijación resuelta de la estabilidad de los precios sigue inserta en los modelos económicos oficiales como si fuera un mito bíblico de la Creación, pero la Reserva Federal, junto con casi todos los bancos centrales, parece haber perdido la fe en esa teoría.
En cambio, ahora los bancos centrales parecen estar volviendo implícitamente (y tal vez inconscientemente) a las opiniones premonetaristas: las disyuntivas entre la inflación y el desempleo son reales y pueden durar muchos años. La política monetaria debe volver a calibrar gradualmente el equilibrio entre esos dos indicadores económicos durante el desarrollo del ciclo económico. Cuando la inflación esté baja, la prioridad máxima debe ser la de reducir el desempleo hasta el nivel más bajo posible y no hay una razón convincente para que la política monetaria limite la creación de puestos de trabajo ni el crecimiento del PIB hasta que una inflación excesiva llegue a ser un peligro inminente.
Eso no quiere decir que en los Estados Unidos deba haber unos tipos de interés permanentes próximos a cero. La Reserva Federal comenzará casi con toda seguridad a subirlos en diciembre, pero el endurecimiento monetario será mucho más lento que en ciclos económicos anteriores y estará motivado por las preocupaciones por la estabilidad financiera, no por la inflación. A consecuencia de ello, los temores –rayanos en el pánico en algunos mercados en ascenso– sobre las repercusiones del endurecimiento de la Reserva Federal en las condiciones económicas mundiales resultarán probablemente injustificados.
Lo malo es que la inmensa mayoría de los analistas de mercados, por seguir aferrándose al antiguo marco monetarista, acusarán a la Reserva Federal de “haberse quedado a la zaga” al permitir que el desempleo de los EE.UU. se reduzca demasiado y no se adelante a la amenaza de un aumento de la inflación. La Reserva Federal debe simplemente hacer caso omiso a las protestas atávicas, como hizo –y con razón– la semana pasada.
Traducido del inglés por Carlos Manzano.

sábado, 26 de septiembre de 2015

“La moneda única fue un error”

El hábitat laboral de Ha-Joon Chang (Seúl, Corea del Sur, 1963) no es el que uno espera de alguien a quien la revista Prospect incluyó el año pasado entre los 10 pensadores más influyentes del mundo. Su cruzada contra la ortodoxia económica se libra desde un despacho de apenas 15 metros cuadrados en la Facultad de Económicas de Cambridge, con una pequeña mesa de madera, un viejo ordenador, cajas de cartón y las paredes repletas de áridas publicaciones académicas y de diferentes ediciones de sus libros, traducidos a más de 30 idiomas, que han comprado cerca de dos millones de personas por todo el mundo. Autor de bestsellers como 23 cosas que no te cuentan sobre el capitalismo, Chang acaba de publicar en EspañaEconomía para el 99% de la población. Un ensayo que pretende demostrar que todo el mundo puede comprender la economía y que esta, al contrario de lo que sostiene el pensamiento dominante, no es una ciencia que exhiba verdades objetivas. La economía es política, defiende. Y la discusión, por tanto, nunca debe darse por cerrada.
Pregunta. ¿Qué es un economista heterodoxo?Respuesta. La heterodoxia es un concepto relativo. En economía del desarrollo, que es mi campo principal, lo que yo digo solía ser lo ortodoxo en los años 50, 60 y 70. Hoy la ortodoxia es la llamada escuela neoclásica. Es una corriente que ve la economía como una colección de individuos racionales y egoístas, interactuando en intercambios de mercado. Esta escuela proporciona conocimientos muy potentes, pero no lo cubre todo. No cuestiona el sistema subyacente y por eso tiene ese sesgo hacia, digamos, el statu quo. Yo trato de cuestionarlo todo el tiempo, y en ese sentido no soy un economista neoclásico ortodoxo.
P. La economía afecta a nuestras vidas pero la gente la esquiva por considerarla demasiado compleja.
R. Todas las profesiones tratan de que lo suyo parezca mas complicado de lo que es. El fontanero no te explicará todo, porque si lo hace parecería demasiado fácil. Pero los economistas han tenido un especial éxito en ello. La economía en los últimos 30 ó 40 años ha estado desempañando el papel de la teología católica en la Europa medieval: funciona como ideología para justificar el statu quo. La gente tiene opiniones muy fuertes sobre muchas otras cosas, sin tener realmente un conocimiento muy profundo. El cambio climático, la política de EE UU en Oriente Próximo. Pero cuando hablamos de economía, se nos ha hecho creer que hay que dejarlo para los expertos. Eso es un enorme obstáculo para la democracia. Se excluyen las decisiones económicas más importantes del debate y escrutinio democrático.
P. Explique, con la misma claridad que despliega en su libro, la crisis griega.
R. El problema es la moneda única. Esta tiene sentido cuando la introduces en una región que es más o menos homogénea en términos de estructura económica y productividad. Pero el euro se introdujo en una zona de grandes desequilibrios. Estados Unidos es un país del tamaño de un continente. Hay diferencias de renta importantes, pero hay una unión física, hay transferencias fiscales y el mercado laboral está totalmente integrado, al no haber barreras de idioma. En Europa, imponer una moneda única fue un error.
P. Es fácil decirlo ahora.
R. En su momento tuve escepticismo, pero no me di cuenta de que lo iban a hacer tan mal. Al entrar en la moneda única, los países más fuertes deberían haber estado dispuestos a cuidar de los más débiles. Normalmente, los países con productividad más baja que tiene problemas, devalúan. Es lo que hacían España o Italia todo el tiempo. Ahora no pueden, lo único que pueden hacer es bajar salarios y cortar gasto público, y eso deprime la economía. Deberían haber permitido más campo para transferencias fiscales y cancelación de deuda. Pero no quieren hacerlo. Y es, probablemente, porque los finlandeses no sienten realmente que están en el mismo país que los griegos y los alemanes no piensan en los españoles como sus compatriotas. Ahí está la raíz del problema. Sin el compromiso de cuidar a los más débiles, no podemos tener una moneda única.
Pero cuando hablamos de economía, se nos ha hecho creer que hay que dejarlo para los expertos. Eso es un enorme obstáculo para la democracia
P. ¿Qué se podría haber hecho?
R. Cancelar gran parte de la deuda. La gente tiende a ver esto como escandaloso, pero es lo que se hace todo el tiempo con las empresas. Cuando una compañía entra en bancarrota, que quiere decir que no puede pagar sus deudas, se procede a una reestructuración de la deuda y los acreedores aceptan que no pueden cobrar todo. Hacen falta dos para bailar tango. Si alguien se endeudó irresponsablemente, otro le prestó irresponsablemente. Los bancos que compraron deuda griega en grandes cantidades también cometieron un enorme error, y no están pagando el precio. Así que deberían haber cancelado deuda y, a largo plazo, controlar el gasto público. Pero en el corto plazo es un suicidio. “No tienes suficientes ingresos, entonces corta tus gastos”. Eso puede tener sentido para un individuo, pero no para un país entero. El gasto de una persona es el ingreso de otra. De modo que si yo corto mi gasto, tus ingresos caen. Entonces tú tienes que cortar tus gastos y se cortan los ingresos de otro, y así sucesivamente. En Grecia, al cabo de un tiempo fue obvio que eso no iba a funcionar. El ratio de deuda nacional con respecto al PIB estaba creciendo mientras se reducía el gasto. Debieron permitirles incurrir en déficit, hasta que la economía griega se recuperara, y apoyarlo a través, por ejemplo, de financiación especial del BCE. Ahora la situación es terrible y, a largo plazo, hay una elección todavía más difícil. La UE tiene que decidir si da un empujón a las reformas institucionales para hacer la unión monetaria más sensible o si se debe acabar con ella.
P. ¿Acabar con el euro?
R. Políticamente no creo que vaya a suceder. Pero hay que aceptar que fue un proyecto erróneo e intentar corregirlo. La alternativa es una austeridad permanente en países como España o Portugal. En cuatro años más la economía seguirá igual de muerta, mucha más gente habrá sufrido por los recortes continuados y en algún momento la gente va a decir que esto es un sinsentido. Si salen de la unión monetaria, por lo menos podrán devaluar y revitalizar la economía. Más pronto o más tarde, países como España, Portugal o Italia, deberán mirar sus opciones.
P. ¿Las heridas abiertas entre norte y sur son irreparables?
No hay una teoría económica que diga que no deba haber trabajo infantil. Es una decisión ética, política. ¿Cómo va a ser, entonces, una ciencia?
R. En la prensa alemana o británica los españoles y los griegos están descritos como gente vaga que trata de robar dinero de Alemania. Eso es un escándalo. Los griegos trabajan un 50% más que los holandeses, un 40% más que los alemanes. ¿Quiénes son los vagos? Grecia y España tienen problemas de productividad. Habría que haber hablado de inversiones en infraestructuras, investigación y desarrollo, educación. No decirles a los griegos que sean más honrados y a los españoles que trabajen más duro. Es triste porque es justo el error que se cometió después de la I Guerra Mundial. Estamos repitiendo los errores de hace cien años, y muchas cosas malas sucedieron después de eso.
P. ¿La economía no es una ciencia?
R. En física o química las cosas que investigas no tienen su propia mente, no tienen valores éticos, no tienen posiciones políticas. La ilusión de considerar la economía como una ciencia ha tenido dos consecuencias. Una es que, a nivel intelectual, la materia se ha convertido en muy dogmática. Porque si crees que es un ciencia, no puedes aceptar que haya dos o tres explicaciones de un misma cosa. Esto ha animado a los economistas neoclásicos a excluir otras escuelas. Pero no hay una sola escuela económica, hay al menos nueve. Por otro lado, está la exclusión de los asuntos económicos del debate democrático.
P. Usted explica que ni siquiera el libre mercado existe como tal, que es una construcción política.
R. Hace 200 años podías comprar personas, podías comprar opio, podías emplear a niños. Ahora hemos decidido sacar eso del mercado. Pero no hay una teoría económica que diga que no deba haber trabajo infantil. Es una decisión ética, política. ¿Cómo va a ser, entonces, una ciencia?
La UE tiene que decidir si da un empujón a las reformas institucionales para hacer la unión monetaria más sensible o si se debe acabar con ella
P. La crisis financiera no parece haber cuestionado la ideología hegemónica que la provocó.
R. Se ha redefinido una crisis financiera como crisis fiscal. Una jugada muy inteligente. Primero se salvaron aceptando medidas keynesianas porque todo estaba colapsando. Entonces, el gobierno incurrió en déficit como resultado de esas políticas keynesianas y se empezó a decir que esa era la causa de la crisis. Los medios apoyaron esa teoría. La gente fue bombardeada con ese mensaje de que el problema había sido el excesivo gasto del Gobierno. La reforma financiera ha desaparecido de la agenda, se han hecho cambios pero nada fundamental que pueda prevenir otra crisis. Podemos estar encaminándonos a otra crisis financiera. Son difíciles de predecir: si alguien hubiera dicho que el mercado chino de valores iba a caer un 20% en cuatro semanas se habrían reído de él. En los últimos siete años la económica estadounidense, en términos per capita, creció a un ritmo de 0,4% anual, cuando en las llamadas dos décadas perdidas de Japón, la renta per capita subió a un ritmo del 1%. ¿Qué tipo de recuperación es esa? Al final de 2014 en la mitad de los países de la OCDE no se había alcanzado la renta per capita de 2007. Esa es la situación.
P. ¿La izquierda ha fallado por no aportar una alternativa económica?
R. Ha fracasado, y el origen está en el periodo anterior. En los años 80 y 90 muchos partidos socialdemócratas estaban en crisis. Con la desindustrialización, su base política mermaba. Además el colapso del bloque soviético hizo que las ideas de izquierdas fueran desacreditados. Todas, incluso las útiles. Cuando vino la crisis muchos partidos de izquierda estaban en el poder (en España, en Reino Unido…) y la gente asoció a la socialdemocracia con el desastre económico.
P. ¿La producción se ha descuidado en la sociedad posindustrial?
La única solución va a venir de desarrollar energías renovables. Y eso solo lo van a inventar las tecnologías de producción. Ni los banqueros ni los ministros de finanzas lo van a hacer
R. Los verdaderos cambios suceden en la producción. El mundo es como es porque ha habido revoluciones en las fábricas, no porque inventaran un sistema bancario mejor. Incluso para el cambio climático, la única solución económica y políticamente viable va a venir de desarrollar energías renovables. Y eso solo se va a inventar a través de las tecnologías de producción. No lo van a inventar los banqueros, ni los ministros de finanzas.
P. ¿Es usted un radical?
R. Radical viene de raíz, significa que piensas en las cosas fundamentales. En ese sentido es un cumplido. Pero es triste que a alguien como yo se le llame radical. Cuando estudiaba economía en los ochenta en Corea, nadie me habría llamado radical, porque radical era un marxista o un maoísta. Ahora todo el mundo se ha desplazado a la derecha, y supuestamente yo soy un tipo de izquierdas. Pero si se habla de repensar las raíces, estoy muy contento de ser un radical.