PPK aspira a que los estándares ambientales peruanos se asemejen a los de Canadá y Chile. “Los estándares que tenemos en los libros para ese tipo de proyectos son teóricos, y deberíamos tener estándares como por ejemplo tiene Canadá, que es un país limpio”, comentó el presidente electo.
Lima (AFP).- El presidente electo de Perú, Pedro Pablo Kuczynski, se mostró a favor de suavizar las exigentes normas ambientales en Perú para facilitar la ejecución de nuevos proyectos mineros, vitales para su economía, y estandarizarlas con países como Canadá y Chile.
“Los estándares nacionales (ambientales) para nuevos proyectos deberían ser competitivos con países que compiten con Perú, como Canadá y Chile. Los estándares que tenemos en los libros para ese tipo de proyectos son teóricos, y deberíamos tener estándares como por ejemplo tiene Canadá, que es un país limpio”, dijo en un diálogo con la prensa extranjera.
“No tengo ningún problema con adecuarme al mismo estándar” de Canadá, agregó Kuczynski, quien asume el mando del país el 28 de julio.
La minería es un importante motor de la industria en Perú, segundo mayor productor mundial de plata, tercero de cobre y quinto de oro.
No obstante, aseguró que se mantendrán rigurosos en localidades que ya han sido afectadas por la contaminación de la industria minera, como en la localidad de La Oroya (centro), que alberga una fundición industrial de un siglo de existencia y que ha contaminado tanto el ambiente como a los habitantes.
“Nadie está pensando en que hay que relajar esos estándares que ya están mínimos”, aclaró.
Para Kuczynski, la oposición radical a proyectos mineros en Perú, que han marcado la gestión de su antecesor Ollanta Humala, se debió a que no se han resuelto algunos problemas vinculados a servicios básicos y demandas históricas de las comunidades.
Por ello él plantea el denominado “adelanto social” para que, antes que inversión minera, primero se resuelvan temas vinculados a salud, educación o trabajo en las localidades donde se planea desarrollar un proyecto.
Dos millonarias inversiones – Conga, de la estadounidense Newmont y la local Buenaventura- y Tía María – de una filial peruana de Southern Copper- están paralizadas por la oposición de los ciudadanos, mayoritariamente agricultores y ganaderos, que temen que sus recursos naturales se vean contaminados.
Kuczynski reconoció que Conga, ubicada en la región Cajamarca (norte) “está en el refrigerador”, mientras que Tía María (sur), puede resolverse, solucionando exigencias de la ciudadanía con respecto al riego de sus cultivos.
El nuevo presidente de Perú apuesta por privilegiar proyectos mineros viables y, en el largo plazo, industrializar el concentrado de cobre que envían a China, su principal comprador.
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