En nueve días los británicos votarán en referéndum si quieren que el país siga en la UE
- Los analistas atribuyen las recientes caídas de las bolsas a que haya un Brexit
- El daño económico podría ser del 0,5% del PIB para los países de la zona euro
El 23 de junio no será un día cualquiera. Los inversores tienen marcada una cruz en el calendario ya que los británicos decidirán en referéndum si quieren que el país continúe en la Unión Europea. Los analistas atribuyen las recientes caídas en las bolsas a un aumento de la aversión al riesgo por este peligro, que según algunos economistas podría costarle más del 2% del PIB a Reino Unido y medio punto a los países de la zona euro.
Mientras los inversores esperan con ansia conocer el resultado, las últimas encuestas apuntan a que la opción de ruptura con la Unión Europea gana terreno. De hecho, la probabilidad implícita que arrojan las casas de apuestas se ha elevado hasta el 33%, muy por encima del 20% que había el 26 de mayo. "Atravesaremos una semana de tensa espera debido a la incertidumbre respecto al referéndum sobre el Brexit del 23 de junio", opinan los analistas de Bankinter. "A golpe de encuesta, los mercados pasan de la alegría contenida a la profunda depresión, según se vislumbra la permanencia o salida del Reino Unido de la Unión Europea", añaden en Renta 4.
"Serán 15 días así y sin cambios, salvo que las encuestas en Reino Unido empezasen a ofrecer, de repente, un resultado claramente favorable a la permanencia. Por sentido común parece más sensato contar con la permanencia de Reino Unido en la UE, a pesar de las encuestas. Y esto es así no sólo porque el Brexit sería una especie de shock, de 'cisne negro' para Europa y no se puede diseñar una estrategia de inversión considerando que el 'cisne negro' pasa a ser el escenario central", argumentan en Bankinter, donde recuerdan que "el desenlace de permanencia cuenta con dos factores a favor: Escocia vota pro-UE masivamente y supone 2,77 millones de votantes, el 9,4% del total, que podrían inclinar la balanza decisivamente; y que los británicos se quejan, pero al final siempre votan con 'el bolsillo', y el 44% de sus exportaciones van a la Unión Europea. Cameron ganó las elecciones contra todas las encuestas, demostrando que esto es así".
Un análisis con el que coinciden en Berenberg, que recuerdan que los argumentos económicos podrían finalmente impedir a los británicos romper con la Unión Europea, ya que es precisamente el pragmatismo económico el que marcó a su juicio las dos últimas grandes votaciones en el país: el referéndum de independencia de Escocia en 2014 y las elecciones generales del pasado año, en las que David Cameron consiguió la mayoría absoluta y renovar así su mandato como primer ministro. Aun así, el Brexit "supone el mayor riesgo individual en nuestra perspectiva moderadamente positiva para Europa y especialmente para el Reino Unido".
MÁXIMA INCERTIDUMBRE... Y VOLATILIDAD
Pese a lo anterior, “el referéndum ha abierto la caja de Pandora de la incertidumbre política y el euroescepticismo, y que podría proseguir incluso si gana la votación la opción de que Reino Unido se mantenga en la UE”, señalan los analistas de AXA IM. Los posibles escenarios futuros van desde “la balcanización de la UE hasta una integración más profunda”, agregan estos expertos. "Tanto esta semana como la próxima serán de tensión en aumento, de amor creciente por los bonos (las compras del BCE ayudan también), de retrocesos de bolsas (nadie las quiere en estas circunstancias) y de apreciación del yen, que volverá a actuar de refugio visceral en este contexto", predice el equipo de análisis de Bankinter.
No en vano, un Brexit no sería baladí para las economías, con un importante coste para el crecimiento. En AXA IM estiman que a largo plazo el deterioro del crecimiento sería de entre un 2% y un 7% para el PIB de Reino Unido, mientras que calculan un impacto negativo del 0,5% del PIB de la zona euro, y para los países del centro y del Este del viejo continente que no están en el área monetaria el coste ascendería a una horquilla entre el 0,3% y el 0,9% del PIB.
Los analistas de la gestora de AXA predicen además que el Banco Central Europeo (BCE) y el Banco de Inglaterra intervendrán rápidamente para mitigar los efectos del Brexit, en caso de que se produzca, y evitar un nuevo escenario de crisis mundial. En cualquier caso, por ahora el FTSE 100 cae más de un 3% en el acumulado de 2016, y la libra cede también más de un 3% respecto al dólar. No obstante, es un riesgo que afecta a todos los mercados, y que contribuye por ejemplo a que el Ibex caiga un 13% desde el 31 de diciembre.
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