Moody's recortó la calificación crediticia de ‘Baa3’ a ‘Ba2’, bajo una perspectiva negativa, por lo que despojó a Brasil del sello de buen pagador internacional.
Esto ocurre debido a que la mayor economía de América Latina atraviesa por la que podría convertirse en su peor recesión en casi un siglo.
La perspectiva negativa significa que más recortes en la calificación pueden venir. “La perspectiva negativa contempla los riesgos de deterioro adicional al perfil de crédito deBrasil que emana de los shocks macroeconómicos, la profunda disfunción política o la necesidad de apoyar a las entidades relacionadas con el gobierno”, afirmó la agencia.
Las métricas de crédito de Brasil se han deteriorado “sustancialmente” en los últimos meses y se espera que continúe empeorando en los próximos tres años, según Moody’s.
Moody’s también citó el impacto negativo del bloqueo político en los esfuerzos del gobierno de Dilma Rousseff para cerrar el déficit presupuestario y llevar a cabo reformas estructurales.
La rebaja añade presión sobre Rousseff, que está luchando para obtener apoyo en el Congreso para aprobar medidas para aumentar los impuestos y reducir el gasto, pero el Congreso ha iniciado un proceso de destitución.
“Se espera que los desarrollos macroeconómicos y fiscales en los próximos dos a tres años produzcan un perfil de crédito materialmente más débil”, dijo Moody’s.
La decisión de Moody’s se suma a la de otras grandes agencias de calificación de crédito, Standard & Poor’s (en septiembre) y Fitch, que ya habían retirado el grado de inversión a Brasil.
Fuente: Semana Económica