domingo, 19 de abril de 2015

El mercado de dinero y la curva LM

El mercado de dinero y la curva LM
La curva LM representa la relación entre el tipo de interés y el nivel de renta que surge en el mercado de saldos monetarios. Para comprender esta relación comenzamos examinando una sencilla teoría del tipo de interés, llamada teoría de la preferencia por la liquidez.
La teoría de la preferencia por la liquidez
En su obra clásica Teoría general, Keynes expuso sus ideas sobre la determinación del tipo de interés a corto plazo. Esa explicación se denomina teoría de la preferencia por la liquidez porque postula que el tipo de interés se ajusta para equilibrar la oferta y la demanda del activo más líquido de la economía, el dinero.
 De la misma manera que el aspa keynesiana es una pieza básica de la curva IS, la teoría de la preferencia por la liquidez es una pieza básica de la curva LM.
 Para desarrollar esta teoría, comenzamos con la oferta de saldos monetarios reales. Si M representa la oferta monetaria y P representa el nivel de precios, M/P es la oferta de saldos monetarios reales. La teoría de la preferencia por la liquidez supone que hay una oferta fija de saldos reales. Es decir,
La teoría de la preferencia por la liquidez. La oferta y la demanda de saldos monetarios reales determinan el tipo de interés. La curva de oferta de saldos monetarios reales es vertical porque la oferta no depende del tipo de interés. La curva de demanda tiene pendiente negativa porque una subida del tipo de interés incrementa el coste de tener dinero y, por lo tanto, reduce la cantidad demandada. Al tipo de interés de equilibrio, la cantidad demandada de saldos monetarios reales es igual a la ofrecida.
La oferta monetaria, M, es una variable de política exógena elegida por el banco central.
 El nivel de precios, P, también es una variable exógena en este modelo (consideramos dado el nivel de precios porque el modelo IS-LM , que es nuestro  objetivo último en este video, explica el corto plazo, en el que el nivel de precios se mantiene fijo).
Estos supuestos implican que la oferta de saldos monetarios reales es fija y, en particular, no depende del tipo de interés. Por lo tanto, cuando representamos la oferta de saldos monetarios reales en relación con el tipo de interés en el gráfico, obtenemos una curva de oferta vertical.
Consideremos a continuación la demanda de saldos monetarios reales.
La teoría de la preferencia por la liquidez postula que el tipo de interés es un determinante de la cantidad de dinero que decide tener la gente.
La razón subyacente se halla en que el tipo de interés es el coste de oportunidad de tener dinero: es aquello a lo que renunciamos por tener dinero, que no rinde intereses, en lugar de depósitos bancarios o bonos, que sí rinden intereses.
Cuando sube el tipo de interés, la gente quiere tener una cantidad menor de su riqueza en dinero. Por lo tanto, podemos expresar la demanda de saldos monetarios reales de la manera siguiente:
Donde la función L( ) muestra que la cantidad demandada de dinero depende del tipo de interés.
 La curva de demanda del gráfico, tiene pendiente negativa porque una subida del tipo de interés reduce la cantidad demandada de saldos reales.
Según la teoría de la preferencia por la liquidez, la oferta y la demanda de saldos monetarios reales determina el tipo de interés vigente en la economía. Es decir, el tipo de interés se ajusta para equilibrar el mercado de dinero.
¿Cómo consigue el tipo de interés este equilibrio de la oferta y la demanda de dinero? El ajuste se produce porque siempre que el mercado de dinero no se encuentra en equilibrio, la gente trata de ajustar sus carteras de activos y en ese proceso altera el tipo de interés.
 Por ejemplo, si este es superior al nivel de equilibrio, la cantidad ofrecida de saldos monetarios reales es superior a la demandada.
Los individuos que tienen el exceso de oferta monetaria tratan de convertir parte del dinero que no rinde intereses en depósitos bancarios o bonos que sí rinden intereses.
Los bancos y los emisores de bonos, que prefieren pagar unos tipos de interés más bajos, responden a este exceso de oferta de dinero bajando los tipos que ofrecen.
En cambio, si el tipo de interés es inferior al nivel de equilibrio, los individuos tratan de obtener dinero vendiendo bonos o retirando fondos de sus depósitos bancarios. Los bancos y los emisores de bonos responden subiendo el tipo de interés que ofrecen.
Finalmente, el tipo de interés alcanza el nivel de equilibrio, en el que la gente está conforme con su cartera de activos monetarios y no monetarios.
Una vez que hemos visto cómo se determina el tipo de interés, podemos utilizar la teoría de la preferencia por la liquidez para mostrar cómo responde este a las variaciones de la oferta monetaria.
 Supongamos, por ejemplo, que el banco central reduce de repente la oferta monetaria. Una disminución de M reduce M/P, ya que P es fijo en el modelo. La oferta de saldos reales se desplaza hacia la izquierda, como en el gráfico 2.
El tipo de interés de equilibrio sube de r1 a r2 y la subida del tipo de interés hace que la gente esté satisfecha teniendo la menor cantidad de saldos monetarios reales.
CONCLUSIÒN:
 Ocurriría lo contrario si el banco central aumentara de repente la oferta monetaria. Por lo tanto, de acuerdo con la teoría de la preferencia por la liquidez, una reducción de la oferta monetaria eleva el tipo de interés y un aumento de la oferta monetaria lo reduce.
EJERCICIOS RESUELTOS DEL MERCADO DE DINERO:               
¿Eleva una contracción monetaria, los tipos de interés o los reduce?
La repuesta depende del horizonte temporal.
En el largo plazo los precios son flexibles una reducción del crecimiento del dinero reduciría la inflación, lo cual provocaría, a su vez, una reducción de los tipos de interés nominales.
En el corto plazo, una reducción monetaria, siendo una política monetaria restrictiva, y con precios rígidos, la oferta de dinero se desplazaría a la izquierda, aumentado la tasa de interés.

La renta, la demanda de dinero y la curva LM
¿Cómo afecta una variación del nivel de renta de la economía, Y, al mercado de saldos monetarios reales? La respuesta  es que el nivel de renta afecta a la demanda de dinero.
Afecta pues ante un incremento de la renta, también aumenta su consumo, y , por ende, su demanda de dinero para poder consumir.

Entonces la función de demanda de dinero sería.
La cantidad demandada de saldos monetarios reales está relacionada negativamente con el tipo de interés y positivamente con la renta.

Un aumento de la renta :
El gràfico (a) muestra el mercado de saldos monetarios reales: un aumento de la renta de Y1 a Y2 eleva la demanda de dinero y, por consiguiente, el tipo de interés de r1 a r2. El gràfico (b) muestra la curva LM que resume esta relación entre el tipo de interés y la renta: cuanto más alto es el nivel de renta, más elevado es el tipo de interés.

Cómo desplaza la política monetaria la curva LM

La curva LM indica el tipo de interés que equilibra el mercado de dinero, cualquiera que sea el nivel de renta. Sin embargo, como hemos visto antes, el tipo de interés de equilibrio también depende de la oferta de saldos reales, M/P. Eso significa que la curva LM se traza considerando dada la oferta de saldos monetarios reales.
 Si estos varían, por ejemplo, si el banco central altera la oferta monetaria, la curva LM se desplaza.

Supongamos que el banco central reduce la oferta monetaria

Una reducción de la oferta monetaria desplaza la curva LM en sentido ascendente. El panel (a) muestra que dado un nivel cualquiera de renta, Y  , una reducción de la oferta monetaria eleva el tipo de interés que equilibra el mercado de dinero. Por lo tanto, la curva LM del panel (b) se desplaza en sentido ascendente.


En resumen, la curva LM muestra las combinaciones del tipo de interés y el nivel de renta que son coherentes con el equilibrio del mercado de saldos monetarios reales. Se traza considerando dada la oferta de saldos monetarios reales. Una reducción de la oferta de saldos monetarios reales desplaza la curva LM en sentido ascendente y un aumento la desplaza en sentido descendente.

Conclusiones: el equilibrio a corto plazo
Ahora ya tenemos todos los componentes del modelo IS-LM. Las dos ecuaciones de este modelo son:
Y = C(Y T) + I(r) + G                    IS
M/P = L(r, Y)                                  LM
El modelo considera exógenos la política fiscal, G y T, la política monetaria, M, y el nivel de precios, P. Dadas estas variables exógenas, la curva IS indica las combinaciones de r e Y que satisfacen la ecuación que representa el mercado de bienes y la curva LM indica las combinaciones de r e Y que satisfacen la ecuación que representa el mercado de dinero.
El equilibrio de la economía se encuentra en el punto en el que se cortan la curva IS y la LM. Este punto indica el tipo de interés, r, y el nivel de renta, Y, que satisfacen las condiciones de equilibrio tanto del mercado de bienes como del mercado de dinero. En otras palabras, en este punto de intersección, el gasto efectivo es igual al planeado y la demanda de saldos monetarios reales es igual a la oferta.
Gráfico:
El equilibrio en el modelo IS-LM. El punto de intersección de las curvas IS y LM representa el equilibrio simultáneo del mercado de bienes y servicios y del mercado de saldos monetarios reales, dados los valores del gasto público, los impuestos, la oferta monetaria y el nivel de precios.

La teoría de las fluctuaciones a corto plazo. Este diagrama esquemático muestra cómo encajan las diferentes piezas de la teoría de las fluctuaciones a corto plazo. El aspa keynesiana explica la curva IS y la teoría de la preferencia por la liquidez explica la curva LM. Las curvas IS y LM generan conjuntamente el modelo IS-LM, que explica la curva de demanda agregada. Esta forma parte del modelo de la oferta y la demanda agregadas, que utilizan los economistas para explicar las fluctuaciones a corto plazo de la actividad económica.


Resumen
1. El aspa keynesiana es un sencillo modelo de determinación de la renta. Considera que la política fiscal y la inversión planeada son variables exógenas y muestra que hay un nivel de renta en el que el gasto efectivo es igual al planeado. Indica que los cambios de la política fiscal producen un efecto multiplicado en la renta.

2. Una vez que permitimos que la inversión planeada dependa del tipo de interés, el aspa keynesiana genera una relación entre el tipo de interés y la renta nacional. Una subida del tipo de interés reduce la inversión planeada, lo cual reduce, a su vez, la renta nacional. La curva IS de pendiente negativa resume esta relación negativa entre el tipo de interés y la renta.

3. La teoría de la preferencia por la liquidez es un modelo básico de determinación del tipo de interés. Considera que la oferta monetaria y el nivel de precios son variables exógenas y supone que el tipo de interés se ajusta para equilibrar la oferta y la demanda de saldos monetarios reales. La teoría implica que los aumentos de la oferta monetaria reducen el tipo de interés.

4. Una vez que permitimos que la demanda de saldos monetarios reales dependa de la renta nacional, la teoría de la preferencia por la liquidez genera una relación entre la renta y el tipo de interés. Un aumento del nivel de renta eleva la demanda de saldos reales, lo cual eleva, a su vez, el tipo de interés. La curva LM de pendiente positiva resume esta relación positiva entre la renta y el tipo de interés.


5. El modelo IS-LM combina los elementos del aspa keynesiana y los de la teoría de la preferencia por la liquidez. La curva IS muestra los puntos que satisfacen el equilibrio del mercado de bienes y la curva LM muestra los puntos que satisfacen el equilibrio del mercado de dinero. La intersección de las curvas IS y LM muestra el tipo de interés y la renta que satisfacen el equilibrio en ambos mercados, dado un nivel de precios.

jueves, 16 de abril de 2015

Carta abierta de Keynes a Roosevelt (1933) -versión en español e ingles-

arta abierta al Presidente Roosevelt (*)
John Maynard Keynes
[31 de Diciembre de 1933]

Estimado Sr. Presidente:

1. Usted se ha convertido en el guardian de aquellos que en cada país procuran reparar los males de nuestra condición por medio de experimentos racionales, dentro del marco de referencia del sistema social existente.
Si aquél no tiene éxito, el progreso nacional se detendrá y se encontrarán solos combatiendo entre ellos, por una parte la ortodoxia, por otra la revolución. Pero, si lo tiene, métodos nuevos y más audaces serán experimentados por todas partes, y nosotros podremos fechar el primer capítulo de una nueva era económica. Esta es una razón suficiente por la que me atrevo a exponerle mis reflexiones, aunque bajo las desventajas de la distancia y el conocimiento parcial.

2. Por el momento, sus simpatizantes en Inglaterra están nerviosos y a veces pesimistas. Nos preguntamos si el orden de urgencias diferentes se entiende correctamente, si hay confusión de objetivos, y si algunos de los consejos que recibe son ideas locas y extrañas. Si estamos desconcertados cuando defendemos, esto puede ser debido en parte a la influencia de nuestro entorno en Londres. Para casi todo el mundo aquí tiene una enorme visión distorsionada de lo que está ocurriendo en los EE UU. El hombre medio de la ciudad cree que usted está comprometido en una expedición descabellada en la cara del asesoramiento competente, que la mejor esperanza radica en librarse de sus actuales asesores para volver a las viejas costumbres, y que de otro modo los EE.UU se encamina a alguna crisis espantosa. Eso es lo que dicen que huelen. Hay un recrudecimiento de librar con la cabeza una batalla contra aquellos que creen que la nariz es un órgano más noble que el cerebro. Londres está convencido de que sólo tenemos que sentarnos y esperar, con el fin de ver lo que veremos más adelante. ¿Puedo ansiar su atención, pese a que yo asiento mi propio punto de vista?

3. Usted se enfrenta a una doble tarea: recuperación y reforma. La recuperación de la depresión y la aprobación de las reformas economicas y sociales que debieron haber sido introducidas hace mucho tiempo. Para la primera, la velocidad y los resultados rápidos son esenciales. El segundo puede ser urgente también, pero la prisa será perjudicial, y la sabiduría y una visión a largo plazo son más importantes que un resultado inmediato. La fuerza motriz necesaria para lograr la reforma de largo alcance vendrá a través del prestigio de su administración por el éxito en la recuperación a corto plazo. Por otro lado, la reforma, sabia y necesaria, puede en algunos aspectos, dificultar y complicar la recuperación, ya que ello alterará la confianza del mundo de los negocios y debilitará sus motivos existentes para la acción, antes de haber tenido tiempo de poner otros en su lugar. Puede que la sobretarea de su máquina burocrática, el individualismo tradicional de los EE.UU. y el viejo sistema de acaparamiento de los cargos públicos por el partido victorioso, no hayan dejado a ninguno demasiado fuerte. Y esto confundirá el pensamiento y el objetivo de Ud. y de su administración, dándole  de pronto demasiado para pensar.

4. Ahora no me queda claro, mirando hacia atrás en los últimos nueve meses, que el orden de urgencia entre las medidas de recuperación y medidas de la reforma ha sido debidamente observado, o que éste no ha sido a veces confundido con los primeros. En particular, no puedo encontrar la ayuda material a la recuperación en la N.I.R.A. (Ley Nacional de Recuperación Industrial), aunque sus logros sociales han sido grandes. El gran esfuerzo que se ha puesto detrás de la inmensa tarea administrativa establecido por esta Ley, ha parecido representar una decisión equivocada en el orden de las urgencias. La Ley está en el repertorio de las leyes, una cantidad considerable se ha hecho en la aplicación de ella, pero que podría ser mejor para el presente que la experiencia se acumule antes de tratar de forzar a través de todos sus detalles. Esa es mi primera reflexión - que la N.I.R.A., que es esencialmente la reforma y probablemente impide la recuperación, se ha puesto al otro lado con demasiada precipitación, en el falso pretexto de ser parte de la técnica de la recuperación.

5. Mi segunda reflexión se refiere a la técnica de recuperación en sí. El objetivo de la recuperación consiste en aumentar la producción nacional y poner más hombres a trabajar. En el sistema económico del mundo moderno, la salida se produce principalmente por la venta, y el volumen de la producción depende de la cantidad de poder adquisitivo, en comparación con el costo de producción, que se espera que haya en el mercado. Hablando en términos generales, por lo tanto, el aumento de la producción depende de la cantidad de poder adquisitivo, en comparación con el precio de costo de producción, que se espera que haya en el mercado. Por consiguiente, un aumento de la producción sólo puede ocurrir por el funcionamiento de uno u otro de los tres factores. Los individuos deben ser inducidos a gastar más de sus ingresos actuales, o el mundo de los negocios deben ser inducidos, ya sea por el aumento de la confianza en las perspectivas o por una menor tasa de interés, para crear ingresos corrientes adicionales en manos de sus empleados, que es lo que pasa cuando se está aumentando, ya sea el trabajo o el capital fijo del país, o la autoridad pública deben ser llamados en ayuda a crear ingresos corrientes adicionales a través del gasto de DINERO prestado o imprimir. En los malos tiempos no se puede esperar que el primer factor funcione en una escala suficiente. El segundo factor entrará como la segunda ola de ataque a la crisis después que la marea haya cambiado por los gastos de la autoridad pública. Ello así, sólo desde el tercer factor es que podemos esperar el mayor impulso inicial.

6. Ahora bien, hay indicios de que dos falacias técnicas pueden haber afectado a la política de su administración. La primera tiene que ver con el papel que juega el aumento de precios en la recuperación. Los aumentos de los precios normalmente deben ser bienvenidos ya que suelen ser un síntoma del crecimiento de la producción y expansión del empleo. Cuando disminuye el poder adquisitivo, se espera un aumento de la producción junto con un aumento de los precios. Dado que no puede haber aumento de la producción sin aumento de los precios, es esencial para asegurar que la recuperación no sea frenada por la insuficiencia de la oferta de dinero apoyar el volumen de ventas aumentando la base monetaria. Pero hay mucho menos que decir a favor del aumento de los precios, si se logran a expensas del incremento de la producción. Algunos deudores pueden ser ayudados, pero será retardada la recuperación nacional en su conjunto. Así, el aumento de los precios causado por manipulaciones en el aumento de costos o de la oferta, tienen un valor muy inferior al aumento de los precios, que son el resultado natural de un aumento en el poder adquisitivo de la nación.

7. No me refiero a impugnar la justicia social y la conveniencia social de la redistribución de los ingresos previstos por la N.I.R.A y por los diversos regímenes de restricción agrícola. Este último, en particular, yo debería en principio apoyarlo firmemente. Sin embargo, poner demasiado énfasis en el valor de recuperación de un mayor nivel de precios, como un objeto en sí mismo, puede dar lugar a malentendidos graves en cuanto al papel que los precios pueden desempeñar en la técnica de recuperación. La estimulación de la producción mediante el aumento de poder adquisitivo agregado es la manera correcta para obtener los precios hacia arriba, y no al revés.

8. Así como el motor principal de la primera etapa de la técnica de recuperación, pongo especial énfasis en el aumento del poder adquisitivo nacional derivados del gasto gubernamental que se financia mediante préstamos y no gravando los ingresos actuales. Nada más importa en comparación con esto. Una inflación en auge puede deberse por permitir crédito ilimitado para apoyar el entusiasmo excitado de negocios de los especuladores. Pero en una drepesión el gasto gubernamental es el único medio seguro para obtener rápidamente un aumento de la producción junto al aumento de los precios. Eso es por lo cual la guerra ha siempre causado una actividad industrial intensa. En el pasado la finanza ortodoxa ha considerado la guerra como la única excusa legítima de crear empleo a través del gasto gubernamental. Ud. Sr Presidente, habiéndose librado de tales preconcepciones, tiene libertad para utilizar en el interés de la paz y prosperidad la técnica que hasta ahora sólo ha servido a la guerra  y la destrucción.

9. El retroceso que experimentó la recuperación estadounidense este otoño fue la consecuencia previsible del fracaso de su administración para organizar cualquier aumento sustancial en nuevos gastos durante los primeros seis meses de la legislatura. La posición de aquí a seis meses, dependerá enteramente de si ha sabido sentar las bases para más grandes gastos en el futuro cercano. 

10. No me sorprende lo poco que se ha gastado hasta a la fecha. Nuestra propia experiencia nos ha demostrado lo difícil que es para improvisar préstamos útiles sin gastos a corto plazo. Hay muchos obstáculos que hay que superar con paciencia, debiendo evitarse el derroche, la ineficiencia y la corrupción. Hay muchos factores, que no es necesario que me detenga a enumerar, que hacen especialmente difícil en los EE. UU. la rápida improvisación de un vasto programa de obras públicas. No culpo al señor (Harold LeCalir) Ickes (**) por su prudencia y cuidado. Sin embargo, los riesgos de menor velocidad deben sopesarse frente a los de más urgencia. Él debe atravesar las hendiduras antes de que oscurezca.

11. El otro conjunto de falacias proviene de la influencia –según me temo- de una doctrina económica rigurosa, comúnmente conocida como la teoría cuantitativa del dinero. El aumento de la producción y el aumento de los ingresos sufrirán un retroceso, tarde o temprano, si la cantidad de dinero es rigidamente fijada. Algunas personas parecen deducir, a partir de estos, que la producción y los ingresos pueden ser levantados por el aumento de la cantidad de dinero. Pero esto es como intentar engordar por comprar un cinturón más grande. En los EE. UU., hoy el cinturón es lo suficientemente grande para su vientre. Es una cosa más engañosa destacar la cantidad de dinero, que es sólo un factor limitante, más que el volumen de gasto, que es el factor decisivo.

12. Es una aplicación aún más tonta que la misma idea de creer que hay una relación matemática entre el precio del oro y los precios de otros bienes. Es cierto, que el valor del dólar en términos de moneda extranjera, afectará los precios de los bienes que son objeto del comercio internacional. En la medida en que una sobrevaluación del dólar obstaculice la libertad de las políticas nacionales de aumentos de precios o perturbe la balanza de pagos con el extranjero, es aconsejable depreciárselo. Pero la depreciación del tipo de cambio debería seguir el éxito de su política interna de aumento de precios, como su consecuencia natural, y no debe ser permitido alterar a todo el mundo anteponiendo su justificación a un ritmo totalmente arbitrario. Este es otro ejemplo de tratar de ponerle carne por soltar el cinturón.

13. Estas críticas no significan que yo haya atenuado mi defensa de una moneda administrada o en la preferencia de precios estables a los intercambios estables. La política monetaria y cambiaria de un país deben estar enteramente subordinadas al objetivo de aumentar la producción y el empleo a un nivel adecuado. Pero los recientes vaivenes del dólar me han inclinado mas bien a un patrón oro sobre la bebida  de la moneda administrada ideal de mis sueños.

14. Usted puede sentir, Sr Presidente, a estas alturas, que mi crítica es mas obvia que mi simpatía. Pero ese no es verdaderamente el caso. Ud sigue siendo para mí el gobernante cuya perspectiva y actitud general respecto de las tareas de gobierno son las más sensibles del mundo. Ud es el único que ve la necesidad de un cambio profundo de medios y está tratando de lograrlo sin intolerancia, tiranía o destrucción. Ud siente su camino por ensayo y error, y considera que, como debe ser, es totalmente indiferente en su propia persona a los detalles de una técnica particular. En mi país, al igual que en suyo propio, su posición sigue siendo singularmente afectada por las críticas de este u otro detalle. Nuestra esperanza y nuestra fe estan basadas en más amplias consideraciones. 

15 Si Ud. me preguntara lo que me permito sugerir, en términos concretos para el futuro inmediato, yo le respondería así.

16. En el campo de oro, la devaluación y la política cambiaria ha llegado el momento en que la incertidumbre termine. Este juego a la gallina ciega con los especuladores de cambio no tiene ninguna utilidad y es muy poco digno. Se altera la confianza, se dificultan las decisiones de negocios, ocupa la atención del público en una medida muy superior a su importancia real, y es responsable tanto de la irritación y de una cierta falta de respeto que existe en el extranjero. Ud. tiene tres alternativas. Puede devaluar el dólar en términos de oro, volviendo al patrón oro en una nueva proporción fija. Esto sería incoherente con sus declaraciones a favor de una política a largo plazo de estabilidad de precios, y espero que la rechace. Puede buscar alguna política común de estabilización cambiaria con Gran Bretaña apuntada a niveles de precios estables. Esta sería la mejor solución definitiva, pero no es una política práctica en este momento, a menos que esté dispuesto a hablar en términos de un valor inicial de la libra muy por debajo de $ 5 en espera de la realización de un marcado aumento en el nivel de precios internos. Por último, puede anunciar que controlará definitivamente el cambio del dólar mediante la compra y venta de oro y monedas extranjeras con el fin de evitar las fluctuaciones amplias o sin sentido, con derecho de cambiar las paridades en cualquier momento, pero con una intención declarada de hacerlo sólo para corregir una grave falta de equilibrio en los ingresos y pagos internacionales de los EE.UU. o para responder a un cambio en su nivel de precios internos con relación a niveles de precios en el extranjero. Esto me parece ser su mejor política durante el período de transición. En otros aspectos, Ud. recuperaría su libertad para hacer su política cambiaria subordinada a las necesidades de su política interna, libre para dar rienda suelta a su cinturón a medida que pone la carne.

17. En el ámbito de la política interior, poner, por las razones expuestas más arriba, el mayor énfsis en elevar el poder adquisitivo nacional resultante de los gastos del Gobierno, financiados éstos mediante préstamos. Está más allá de mi alcance elegir los objetos particulares de gasto. Pero una preferencia estaría en obras que pueden madurar rápidamente y en gran escala, como la rehabilitación de la red ferroviaria. El objetivo es comenzar a rodar la pelota.  EE. UU está listo para rodar hacia la prosperidad, si se puede dar un buen empujón en los próximos seis meses. ¿No podrían la energía y el entusiasmo, de la N.I.R.A en sus primeros días, ponerse  en una campaña para acelerar las inversiones de capital elegidas sabiamente? Al menos puede sentirse seguro de que el país estará mejor enriqueciéndose con este tipo de proyectos que por el paro forzoso de millones.

18. En segundo lugar yo colocaría el crédito barato y abundante, así como la reducción de la tasa de interés de largo plazo.El cambio de la marea en Gran Bretaña es en gran parte atribuible a la reducción en la tasa de largo plazo de los intereses que siguió al éxito de la conversión del préstamo de la guerra. Este fue diseñado deliberadamente por medio de la política de mercado abierto del Banco de Inglaterra. No veo ninguna razón por la cual Ud. no debiera reducir la tasa de interés sobre los bonos del Estado a largo plazo a 2 ½ por ciento o menos, con repercusiones favorables en todo el mercado de bonos, si sólo la Reserva Federal reemplazara sus tenencias actuales en emisiones del Tesoro de corto plazo, comprando emisiones a largo plazo. Tal política podría entrar en vigor en el curso de unos pocos meses, y le doy una gran importancia.

19. Con estas adaptaciones o ampliaciones de las políticas existentes, debería esperar un resultado exitoso con gran confianza. ¡Cuánto eso significaría, no sólo a la prosperidad material de los EE UU y el mundo entero, pero en la comodidad de las mentes de los hombres a través de una restauración de su fe en la sabiduría y el poder del gobierno!

Con gran respeto,
su obediente servidor.

JOHN MAYNARD KEYNES

Traducción libre: © www.constitucionweb.com
(*) Esta carta fue publicada en The New York Times, 10 meses después de que Roosevelt iniciase el New Deal. Tres años después publicaría su obra magna, la Teoría general de la ocupación, el interés y el dinero.
(**) Secretario de Interior de los EE. UU, en el período 1933-1946, en el gobierno de Franklin D. Roosevelt y uno de los responsables de la implementación del New Deal.

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[Versión en inglés]

An Open Letter to President Roosevelt
Dear Mr President,

1. You have made yourself the Trustee for those in every country who seek to mend the evils of our condition by reasoned experiment within the framework of the existing social system. If you fail, rational change will be gravely prejudiced throughout the world, leaving orthodoxy and revolution to fight it out. But if you succeed, new and bolder methods will be tried everywhere, and we may date the first chapter of a new economic era from your accession to office. This is a sufficient reason why I should venture to lay my reflections before you, though under the disadvantages of distance and partial knowledge.

2. At the moment your sympathisers in England are nervous and sometimes despondent. We wonder whether the order of different urgencies is rightly understood, whether there is a confusion of aim, and whether some of the advice you get is not crack-brained and queer. If we are disconcerted when we defend you, this may be partly due to the influence of our environment in London. For almost everyone here has a wildly distorted view of what is happening in the United States. The average City man believes that you are engaged on a hare-brained expedition in face of competent advice, that the best hope lies in your ridding yourself of your present advisers to return to the old ways, and that otherwise the United States is heading for some ghastly breakdown. That is what they say they smell. There is a recrudescence of wise head-waging by those who believe that the nose is a nobler organ than the brain. London is convinced that we only have to sit back and wait, in order to see what we shall see. May I crave your attention, whilst I put my own view?

3. You are engaged on a double task, Recovery and Reform;--recovery from the slump and the passage of those business and social reforms which are long overdue. For the first, speed and quick results are essential. The second may be urgent too; but haste will be injurious, and wisdom of long-range purpose is more necessary than immediate achievement. It will be through raising high the prestige of your administration by success in short-range Recovery, that you will have the driving force to accomplish long-range Reform. On the other hand, even wise and necessary Reform may, in some respects, impede and complicate Recovery. For it will upset the confidence of the business world and weaken their existing motives to action, before you have had time to put other motives in their place. It may over-task your bureaucratic machine, which the traditional individualism of the United States and the old "spoils system" have left none too strong. And it will confuse the thought and aim of yourself and your administration by giving you too much to think about all at once.

4. Now I am not clear, looking back over the last nine months, that the order of urgency between measures of Recovery and measures of Reform has been duly observed, or that the latter has not sometimes been mistaken for the former. In particular, I cannot detect any material aid to recovery in N.I.R.A., though its social gains have been large. The driving force which has been put behind the vast administrative task set by this Act has seemed to represent a wrong choice in the order of urgencies. The Act is on the Statute Book; a considerable amount has been done towards implementing it; but it might be better for the present to allow experience to accumulate before trying to force through all its details. That is my first reflection--that N.I.R.A., which is essentially Reform and probably impedes Recovery, has been put across too hastily, in the false guise of being part of the technique of Recovery.

5. My second reflection relates to the technique of Recovery itself. The object of recovery is to increase the national output and put more men to work. In the economic system of the modern world, output is primarily produced for sale; and the volume of output depends on the amount of purchasing power, compared with the prime cost of production, which is expected to come n the market. Broadly speaking, therefore, and increase of output depends on the amount of purchasing power, compared with the prime cost of production, which is expected to come on the market. Broadly speaking, therefore, an increase of output cannot occur unless by the operation of one or other of three factors. Individuals must be induced to spend more out o their existing incomes; or the business world must be induced, either by increased confidence in the prospects or by a lower rate of interest, to create additional current incomes in the hands of their employees, which is what happens when either the working or the fixed capital of the country is being increased; or public authority must be called in aid to create additional current incomes through the expenditure of borrowed or printed money. In bad times the first factor cannot be expected to work on a sufficient scale. The second factor will come in as the second wave of attack on the slump after the tide has been turned by the expenditures of public authority. It is, therefore, only from the third factor that we can expect the initial major impulse.

6. Now there are indications that two technical fallacies may have affected the policy of your administration. The first relates to the part played in recovery by rising prices. Rising prices are to be welcomed because they are usually a symptom of rising output and employment. When more purchasing power is spent, one expects rising output at rising prices. Since there cannot be rising output without rising prices, it is essential to ensure that the recovery shall not be held back by the insufficiency of the supply of money to support the increased monetary turn-over. But there is much less to be said in favour of rising prices, if they are brought about at the expense of rising output. Some debtors may be helped, but the national recovery as a whole will be retarded. Thus rising prices caused by deliberately increasing prime costs or by restricting output have a vastly inferior value to rising prices which are the natural result of an increase in the nation's purchasing power.

7. I do not mean to impugn the social justice and social expediency of the redistribution of incomes aimed at by N.I.R.A. and by the various schemes for agricultural restriction. The latter, in particular, I should strongly support in principle. But too much emphasis on the remedial value of a higher price-level as an object in itself may lead to serious misapprehension as to the part which prices can play in the technique of recovery. The stimulation of output by increasing aggregate purchasing power is the right way to get prices up; and not the other way round.

8. Thus as the prime mover in the first stage of the technique of recovery I lay overwhelming emphasis on the increase of national purchasing power resulting from governmental expenditure which is financed by Loans and not by taxing present incomes. Nothing else counts in comparison with this. In a boom inflation can be caused by allowing unlimited credit to support the excited enthusiasm of business speculators. But in a slump governmental Loan expenditure is the only sure means of securing quickly a rising output at rising prices. That is why a war has always caused intense industrial activity. In the past orthodox finance has regarded a war as the only legitimate excuse for creating employment by governmental expenditure. You, Mr President, having cast off such fetters, are free to engage in the interests of peace and prosperity the technique which hitherto has only been allowed to serve the purposes of war and destruction.

9. The set-back which American recovery experienced this autumn was the predictable consequence of the failure of your administration to organise any material increase in new Loan expenditure during your first six months of office. The position six months hence will entirely depend on whether you have been laying the foundations for larger expenditures in the near future.

10. I am not surprised that so little has been spent up-to-date. Our own experience has shown how difficult it is to improvise useful Loan-expenditures at short notice. There are many obstacle to be patiently overcome, if waste, inefficiency and corruption are to be avoided. There are many factors, which I need not stop to enumerate, which render especially difficult in the United States the rapid improvisation of a vast programme of public works. I do not blame Mr Ickes for being cautious and careful. But the risks of less speed must be weighed against those of more haste. He must get across the crevasses before it is dark.

11. The other set of fallacies, of which I fear the influence, arises out of a crude economic doctrine commonly known as the Quantity Theory of Money. Rising output and rising incomes will suffer a set-back sooner or later if the quantity of money is rigidly fixed. Some people seem to infer from this that output and income can be raised by increasing the quantity of money. But this is like trying to get fat by buying a larger belt. In the United States to-day your belt is plenty big enough for your belly. It is a most misleading thing to stress the quantity of money, which is only a limiting factor, rather than the volume of expenditure, which is the operative factor.

12. It is an even more foolish application of the same ideas to believe that there is a mathematical relation between the price of gold and the prices of other things. It is true that the value of the dollar in terms of foreign currencies will affect the prices of those goods which enter into international trade. In so far as an over-valuation of the dollar was impeding the freedom of domestic price-raising policies or disturbing the balance of payments with foreign countries, it was advisable to depreciate it. But exchange depreciation should follow the success of your domestic price-raising policy as its natural consequence, and should not be allowed to disturb the whole world by preceding its justification at an entirely arbitrary pace. This is another example of trying to put on flesh by letting out the belt.

13. These criticisms do not mean that I have weakened in my advocacy of a managed currency or in preferring stable prices to stable exchanges. The currency and exchange policy of a country should be entirely subservient to the aim of raising output and employment to the right level. But the recent gyrations of the dollar have looked to me more like a gold standard on the booze than the ideal managed currency of my dreams.

14. You may be feeling by now, Mr President, that my criticism is more obvious than my sympathy. Yet truly that is not so. You remain for me the ruler whose general outlook and attitude to the tasks of government are the most sympathetic in the world. You are the only one who sees the necessity of a profound change of methods and is attempting it without intolerance, tyranny or destruction. You are feeling your way by trial and error, and are felt to be, as you should be, entirely uncommitted in your own person to the details of a particular technique. In my country, as in your own, your position remains singularly untouched by criticism of this or the other detail. Our hope and our faith are based on broader considerations.

15. If you were to ask me what I would suggest in concrete terms for the immediate future, I would reply thus.

16. In the field of gold-devaluation and exchange policy the time has come when uncertainty should be ended. This game of blind man's buff with exchange speculators serves no useful purpose and is extremely undignified. It upsets confidence, hinders business decisions, occupies the public attention in a measure far exceeding its real importance, and is responsible both for the irritation and for a certain lack of respect which exists abroad. You have three alternatives. You can devalue the dollar in terms of gold, returning to the gold standard at a new fixed ratio. This would be inconsistent with your declarations in favour of a long-range policy of stable prices, and I hope you will reject it. You can seek some common policy of exchange stabilisation with Great Britain aimed at stable price-levels. This would be the best ultimate solution; but it is not practical politics at the moment unless you are prepared to talk in terms of an initial value of sterling well below $5 pending the realisation of a marked rise in your domestic price-level. Lastly you can announce that you will definitely control the dollar exchange by buying and selling gold and foreign currencies so as to avoid wide or meaningless fluctuations, with a right to shift the parities at any time but with a declared intention only so to do either to correct a serious want of balance in America's international receipts and payments or to meet a shift in your domestic price level relatively to price-levels abroad. This appears to me to be your best policy during the transitional period. In other respects you would regain your liberty to make your exchange policy subservient to the needs of your domestic policy--free to let out your belt in proportion as you put on flesh.

17. Loan-expenditures under Government auspices. It is beyond my province to choose particular objects of expenditure. But preference should be given to those which can be made to mature quickly on a large scale, as for example the rehabilitation of the physical condition of the railroads. The object is to start the ball rolling. The United States is ready to roll towards prosperity, if a good hard shove can be given in the next six months. Could not the energy and enthusiasm, which launched the N.I.R.A. in its early days, be put behind a campaign for accelerating capital expenditures, as wisely chosen as the pressure of circumstances permits? You can at least feel sure that the country will be better enriched by such projects than by the involuntary idleness of millions.

18. I put in the second place the maintenance of cheap and abundant credit and in particular the reduction of the long-term rates of interest. The turn of the tide in great Britain is largely attributable to the reduction in the long-term rate of interest which ensued on the success of the conversion of the War Loan. This was deliberately engineered by means of the open-market policy of the Bank of England. I see no reason why you should not reduce the rate of interest on your long-term Government Bonds to 2½ per cent or less with favourable repercussions on the whole bond market, if only the Federal Reserve System would replace its present holdings of short-dated Treasury issues by purchasing long-dated issues in exchange. Such a policy might become effective in the course of a few months, and I attach great importance to it.

19. With these adaptations or enlargements of your existing policies, I should expect a successful outcome with great confidence. How much that would mean, not only to the material prosperity of the United States and the whole World, but in comfort to men's minds through a restsration of their faith in the wisdom and the power of Government!

With great respect,

Your obedient servant

lunes, 13 de abril de 2015

Los Post Keynesianos

La heterodoxia postkeynesiana
¿Quiénes son los post keynesianos?
La escuela postkeynesiana es una de las numerosas escuelas de pensamiento heterodoxo que hay en economía. Entre los economistas heterodoxos, que en su mayoría se oponen netamente a la economía neoclásica dominante, se encuentran los economistas marxistas, los sraffianos (neorricardianos), los estructuralistas, los institucionalistas, los regulacionistas, los behavioristas, los economistas de los acuerdos táticos, los schumpeterianos, los economistas feministas y otros.
Las escuelas heterodoxas padecen la presión de dos fuerzas opuestas. Por un lado están afectadas por la explosión de las ciencias en general  de la ciencia económica en particular: cada escuela tiende a especializarse en el estudio de un campo propio y acotado, a la vez que quiere distinguirse de las demás. De modo que las distintas heterodoxias son rivales y , a la vez, complementarias al analizar cada una un aspecto particular de la economía.
Pero existe igualmente una contratendencia, debida quizás a una situación en riesgo de marginación, que estimula a investigadores de heterodoxias diferentes a promover aproximaciones e interacciones. Esto es particularmente evidente en el caso de los post keynesianos y neorradicales. De hecho, existe una organización que cobija a todas las heteroxias y a sus organizaciones y revistas. La International Confederation of Associations for Pluralism in Economics (ICAPE). Asi que las fontreras de las diferentes escuelas que hemos mencionado tienen, en parte un componente arbitrario.
Como indica su nombre, los post keynesianos se inspiran en el trabajo del economista John Maynard Keynes.  Los economistas post keynesianos proponen una interpretación diferente de la que plantearon los economistas de la “síntesis neoclásica”, como Paul Samuelson o James Tobin, al igual que difiere también del punto de vista de los “nuevos keynesianos” (neoclásicos) como Gregory Mankiw o Joseph Stiglitz.
Los postkeynesianos modernos se inspiran principalmente en los trabajos y métodos desplegados por los economistas que se codeaban con Keynes  en la época en que estaba escribiendo su Teoría General en la universidad de Cambridge, como Roy Harrod o Joan Robinson, o que han contribuido a la formación de lo que se llamó la escuela de Cambridge. En los años cincuenta y sesenta, como  Nicholas Kaldor, Michal Kalecki y Pierro Sraffa Los post keynesianos , como regulaconistas, también están estrechamente relacionados con los economistas institucionalistas, en especial con los que se han inspirado en las ideas de Thorstein Veblen o de John Kenneth Galbraith. Tambien conectan con los estudios sobre el comportamiento empresarial dados a conocer en 1936 por el Oxford economist Research Group. Pero los economistas post keynesianos, como también lo hizo Keynes, se interesan sobre todo por los asuntos macroeconómicos.
Las características de las escuelas heterodoxas:
Para conocer los rasgos específicos de la escuela postkeynesiana , señalemos en que se diferencian las escuelas heterodoxas de la teoría neoclásica.
¿Cuál es el poso común que caracteriza a los economistas que se ocupan de la teoría del equilibrio general de matriz walrasiana, a los que utilizan la teoría de juegos, y también a los keynesianos de la síntesis neoclásica. Los neoclásicos subrayan a menudo el principio de la maximización con restricciones. Sin duda se trata de un elemento esencial del método neoclásico. Los neoclásicos subrayan a menudo el principio de la maximización con restricciones. Sin duda se trata de un elemento esencial del método neoclásico.
Asi que definir la heterodoxia en relación con la teoría neoclásica dominante requiere un enfoque más global. Es preciso mirar las cosas con algún  distanciamiento. Un famoso economista Axel Leijonhufvud, señaló a ese respecto la conveniencia de estudiar lo que él llamaba presupuestos. Es decir, los conceptos esenciales de na escuela de pensamiento, que no pueden formalizarse y que son previos a la constitución de la hipótesis y de las teorías que se elaboran dentro del marco determinado por ellas. Algunos dicen que los presupuestos son las creencias metafísicas que regulan un paradigma.

Vamos a identificar estos presupuestos:
Los cinco pares de presupuestos:
La teoría neoclásica y las escuelas heterodoxas se distinguen por cuatro notas metodológicas esenciales, que pueden oponerse dos a dos, a las que cabe añadir un rasgo político. Al programa neoclásico se le puede asociar una epistemología instrumentalista, el individualismo metodológica, una racionalidad ilimitada y una concepción de la economía centrada en la escasez y los intercambios. El programa heterodoxo incorpora el realismo, el holismo, una racionalidad procedimental y una economía centrada en la producción. Estas distinciones no son nada arbitrarias, han sido recalcadas de manera casi idéntica, por diversos autores heterodoxos.
Realismo e instrumentalismo:
La epistemología dominante en la economía neoclásica es el instrumentalismo. Para los instrumentalistas una hipótesis es pertinente con tal que permita hacer predicciones o calcular las coodernadas de un  nuevo equilibrio. Las teorías no son mas que una herramienta, unos instrumentos, no pretenden revelar el verdadero funcionamiento de las economías. Esta es la epistemología defendida por Milton Friedman y avalada por las mayoría de los autores neoclásicos.
La gran mayoría de los economistas heterodoxos, por el contrario atribuyen gran importancia al realismo de las hipótesis. El objetivo de la economía, según los heterodoxos, es suministrar explicaciones, contar una historia que permita comprender lo que ocurre.
Para alcanzar esta meta hace falta partir de la realidad, con sus principales hechos estilizados, y no de una situación hipotética ideal. Toda teoría es una abstracción, y toda abstracción es imperfecta y simplificadora, pero esta simplificación tiene que describir, a pesar de todo, tiene que representar el mundo efectivo, y no un mundo imaginario.
Se puede afirmar sin temor a equivocarse que el reproche que con más frecuencia se imputa a la teoría neoclásica es no ser realista. La verdad es que los economistas neoclásicos incorporan hechos realistas en sus teorías, pero se trata de hipótesis auxiliares que se superponen a unos fundamentos basados en n mundo ideal inexistente.
Según los economistas heterodoxos, el resultado son unas construcciones engañosas que no permiten adecuadamente el mundo real, puesto que se apoyan sobre referentes quiméricos. En fin de cuenta, los fundamentos están en el  aire.
Holismo e individualismo metodológico:
En el corazón de la teoría neoclásica se encuentra el individuo, el agente económico. Eso ya era obvio en la teoría walrasiana del equilibrio general , pero todavía es más palmario en la reconstrucción de la nueva macroeconomía. Esta requiere unas bases microeconómicas fundadas en un agente representativo, a la vez consumidor y productor, que maximiza una determinada función con determinadas restricciones.
Las instituciones, como los bancos o las empresas, n hacen sino enmascarar las preferencias de los individuos, que son unos seres atomizados. Eso dice la tesis del individualismo metodológico.
En las teorías heterodoxas e individuo es un ser social, poderosamente influido por el entorno, las clases sociales y la cultura que le ha impregnado. Las decisiones microeconómicas de los individuos pueden dar lugar a paradojas macroeconómicas tienen vida propia, como el caso de la famosa paradoja del ahorro. Las instituciones tienen vida propia, no son tan solo la emanación de los deseos de los individuos que las forman, sino que tienen sus propios objetivos.
El holismo, o al menos una concepción moderada de estos principios, reina entre los heterodoxos. Las nuevas matemáticas de la dinámica caotica, apoyadas sobre no linealidades y atractores extraños, han dado un nuevo impulso a esta visión, pesto que imponen un acercamiento que solo puede llevarse a cabo en un plano global.
Las instituciones no son contempladas como imperfecciones sino mas bien como organizaciones que aportan una forma de estabilidad al sistema económico. Relaciones de poder, asimetrías y relaciones de fuerza son colocadas en primer plano. Eso promueve el estudio de la distribución de la renta entre las diversas clases sociales o entre las diversas entidades que gozan de posiciones privilegiadas como los bancos o las grandes empresas, asi como el análisis de las conexiones entre sectores y de las constricciones mesoeconómicas.
Racionalidad razonable y absoluta:
En la teoría neoclásica la racionalidad es absoluta e irrazonable: Los agentes disponen de una información y unas capacidades de cálculo que son casi ilimitadas. La introducción de una información deficiente en ciertos modelos neoclásicos no hace sino resaltar aun más la increíble capacidad de los agentes para manejar y optimizar esta información. Se trata de una hiperracionalidad , como es el caso con la hipótesis de las expectativas racionales de los nuevos clásicos y de los nuevos keynesianos.
Con los heterodoxos la racionalidad es procedimental, para emplear el concepto que acuñó Herbert Simon. Los agentes o las instituciones tienen capacidades limitadas en lo que atañe a conseguir y manejar la información. Esta incapacidad va más allá de la noción de información imperfecta que manejan  los economistas neoclásicos, en virtud de la cuál los agentes evalúan el tiempo de búsqueda necesario para conseguir la cantidad de información óptima.
Según los heterodoxos, la información obtenida es a menudo insuficiente y obliga a postergar la toma de decisiones. Cuando mas dependa una decisión de las anticipaciones del futuro, tanto más difícil de tomar será, y para colmo este mismo futuro podría ir cambiando como consecuencia de las decisiones que fuera tomando el sujeto decisor.
En este marco lo más frecuente es que el agente se conforme con una solución satisfactoria, dado que nadie conoce la solución óptima, si es que tal cosa existe. Las reglas de comportamiento a las que se pliegan los consumidores y los empresarios no son arbitrarios, sino que son una respuesta racional a un entorno complejo e incierto.
Producción y escasez:
La definición tradicional, inspirada en Lionel Robbins, describe la economía como a ciencia de la asignación optima de los recursos. Esta definición no es aplicable más que a la escuela neoclásica.
En la teoría neoclásica la escasez regula el comportamiento de la economía. Todo lo que que es importante es necesariamente escaso y tiene un coste de oportunidad. Los precios son índices de escasez. La teoría neoclásica construida sobre la base de una economía de intercambio. La hipótesis auxiliares que se presentan en los modelos de producción sofisticados no sirven más que para preservar las condiciones y los resultados del intercambio puro. Los productores actúan en na economía de intercambio glorificada y no están ahí más que para llevar a cabo operaciones e arbitraje.
En el campo de los autores heterodoxos es la noción de reproducción la idea dominante, y no la noción de escasez. Lo que preocupa a los heterodoxos es como crear recursos e incrementar la producción y la riqueza, como ya planteaban los grandes economistas clásicos, como Adam Smith o Karl Marx.
Las cuestiones esenciales tienen que ver con la génesis de un excedente y con las causas del crecimiento de la ocupación, la producción, y el progreso  técnico que dan como resultado el alza del nivel de vida, cuestiones a veces abordadas por los teóricos neoclásicos del crecimiento endógeno. Dado que no se postula el pleno empleo de los recursos, es obvio que resulta secundario el tema de su asignación , asi que prima la cuestión del grado de utilización. Lo usual es que la economía se encuentre en el interior de la frontera de posibilidades de producción, y esa misma frontera puede ser desplazada. No siempre es necesario realizar elecciones dolorosas. Más incluso si se alcanza el pleno empleo de los recursos y de la mano de obra, los post keynesianos sostienen que habrá innovaciones que moverán esta barrera natural. El problema económico no es asignar escasos, sino más bien superar la escasez cuando existe.
El presupuesto político: actitudes frente a los mercados
La lista de presupuestos no sería completa si no se mencionara la actitud de los economistas neoclásicos y la de los heterodoxos frente al sistema de mercado.
Incluso si algunos economistas neoclásicos construyen modelos que demuestran que las economías capitalistas basadas en un sistema de precios pueden desembocar en inestabilidades o producir resultados subóptimos, hay que reconocer que la mayoría de ellos tienen un prejuicio favorable con respecto a los mecanismos de libre mercado, la libre empresa y el laissez-faire. El Estado es percibido como una fuente de ineficiencias.
A esta confianza de los neoclásicos en los mecanismos de mercado y de la mano invisible se contrapone la desconfianza de los economistas heterodoxos. Estos, con énfasis diversos, ponen en cuestión a la vez la eficacia y la equidad de los mecanismos de mercado cuando existe verdad. La iniquidad de los mercados es subrayada sobre todo por los economistas sociales, humanistas y anti utilitaristas. Por otra parte, los mercados no pueden ser abandonados a su suerte, pues no pueden autorregularse, como se vio en 2002 en el caso de fraudes financieros colosales de grandes empresas como Enron o Worldcom. El mercado, muy especial el sistema financiero, debe ser vigilado y regulado por el Estado, al igual que debe ser protegida por el Estado la propiedad privada  que está en la base del sistema capitalistas.
Según los economistas heterodoxos, la competencia pura, favorable para todos, no es mas que una situación transitoria. La competición exacerbada lleva rápidamente a la constitución de oligopolios o monopolios. Los gobiernos tienen que intervenir o tomar posiciones en la arena de la economía privada, pues en caso contrario la economía se vería abocada a una inestabilidad demasiado grande y a un enorme despilfarro de recursos. El Estado tiene que gestionar el mercado, al igual que debe gestionar la demanda global.
Los elementos post keynesianos esenciales
Las principales corrientes del pensamiento heterodoxo comparten los presupuestos indicados en este video. Ahora bien ¿Cuáles son los rasgos que distinguen la escuela poSt keynesiana de otros enfoques heterodoxos.
Siete son las características que parecen peculiares de la corriente post keynesiana, al menos si damos crédito a las panorámicas de esta escuela.
Las dos primeras son tal vez las esenciales: a saber, el principio de demanda efectiva y la consideración del tiempo histórico, estos dos elementos están presentes en todas las variantes de la escuela post keynesiana. Las cinco restantes son rasgos auxiliares que emanan de los dos elementos antedichos o de los presupuestos heterodoxos. No todos los post keynesianos atribuyen a esos rasgos la misma importancia. Y otras escuelas adoptan en todo o en parte.

El principio de demanda efectiva:
Plantea que la producción se ajusta a la demanda. La economía es dirigida por la demanda, y no por las restricciones de la oferta y de las dotaciones existentes. Este principio se halla presente de manera indiscutible en el núcleo de todas las corrientes post keynesianas.
Verdad es que muchos economistas reconocen la validez de este principio, tanto los economistas marxistas como los nuevos keynesianos, por ejemplo, admiten que la demanda global regula e nivel de producción y la renta nacional. Así que  a corto plazo la economía es dirigida por la demanda. En Cambio, tanto los economistas marxistas como los neoclásicos continúan sosteniendo que a largo plazo la economía es dirigida por restricciones vinculadas a la oferta.
En los modelos neoclásicos de oferta y demanda globales eso se traduce en el hecho de que la oferta a largo plazo es una recta vertical: la economía no puede producir más, sea cual fuese el nivel de precios. En el marco del modelo de la curva de Phillips, el predominio del lado de la oferta se expresa en la verticalidad de Phillips de Largo plazo, fijada al nivel de la tasa natural del desempleo, que tiene un valor único a pesar de las fluctuaciones de la tasa de desempleo efectiva. En el modelo de crecimiento de Solow , el crecimiento a largo plazo está limitado por la tasa de crecimiento de la población activa y la tasa de progreso técnico, que se postulan como variables exógenas. En los modelos e crecimiento marxistas, la tasa de crecimiento de largo plazo está determinada por la tasa de ahorro sobre los beneficios y por el tipo benéfico normal, siendo una y otra variables fijadas por el lado de la oferta.
Lo que caracteriza a los post keynesianos es el rechazo a creer que los factores del lado de la oferta puedan constituir una restricción ni si quiera a largo plazo. Para los post keynesianos el principio de la demanda efectiva se aplica en todas las escalas temporales, dado que la inversión determina causalmente e ahorro. Asi pues, existen infinidad de equilibrios posibles de largo plazo, que dependen de las restricciones impuestas por la demanda y de las instituciones en presencia. Al final, los factores del lado de la ofertan van a ajustarse.
El tiempo histórico dinámico:
Los Postkeynesianos muy a menudo plantean la dicotomía entre tiempo histórico y tiempo lógico. Una distinción que se remonta a los escritos de Joan Robinson en 1984. El tiempo Lógico es el que subyace en el estudio de los  puntos de equilibrio, cuando uno no se plantea como se alcanza estas situaciones. Se modifica un parámetro , se desplaza una curva de oferta o de demanda, se descubre una nueva una nueva intersección, se le bautiza con la expresión de “nuevo equilibrio” y se comparan sus propiedades con las de la intersección previa. Sin problemas se podría rehacer el camino al revés. El tiempo carece de espesor. El como del  tránsito de un punto de intersección a otro se deja a oscuras.
Pero si tratamos con el tiempo histórico resulta que el tiempo es no reversible. Este es el caso de las inversiones e nuevos equipamientos que son costes fijos. La verdadera escasez es la del tiempo.
Según los post keynesianos, tiene una importancia primordial la ruta que se toma después de cualquier cambio, puesto que la tendencia a largo plazo no es más que el resultado de una sucesión de períodos cortos. Como han dicho Halevi y Kriesler, el análisis de largo plazo con tiempo lógico no es pertinente “si no puede especificarse un proceso de ajuste dinámico coherente, proceso que tiene que describir el paso de una posición de equilibrio a otra, sin que el tránsito sobre la posición final de equilibrio esto es, sin que haya dependencia en relación con la ruta seguida.” Ahora bien según los post keynesianos, no existen equilibrios de largo plazo independiente de la trayectoria seguidos durante la transición.
Los Post keynesianos ponen en primer plano la necesidad de construir modelos dinámicos que tengan en cuenta la evolución, en el tiempo de stock de activos físicos o riqueza financiera , y que pueden explicar las recomposiciones de la estructura productiva. He aquí el tiempo dinámico
Keynes y otro buen número de autores post keynesianos, como Kaldor o Minsky, plantearon hace tiempo que el equilibrio que podía alcanzarse no era independiente de la ruta tomad.
Estas ideas se encuentran ahora en el centro de los últimos desarrollos matemáticos no lineales construidos en torno a las nociones de histéresis, de dependencia del camino adoptado, de la irreversibilidad y de los efectos de “boqueo.
Estos conceptos implican muy a menudo la existencia de equilibrios múltiples.
Los elementos auxiliares del post keynesianismo
Cuando los post keynesianos pretenden caracterizar su escuela de pensamiento suelen mencionar también otros cinco rasgos:
  1. 1.       La percepción de la flexibilidad de los precios como factor desestabilizador
  2. 2.       Una economía monetaria de producción
  3. 3.       La incertidumbre fundamental
  4. 4.       Una  microeconomía moderna y pertinente
  5. 5.       La pluralidad de las aproximaciones teóricas.

Los post keynesianos impugnan el papel que en la teoría neoclásica se concede a los precios relativos. Ante todo restringen el ámbito del efecto sustitución y atribuyen mayor peso al efecto renta. Creen que la flexibilidad de los precios puede ser desestabilizadora. Mientras que los autores neoclásicos afirman que la caída de los salarios nominales y reales contribuye a enderezar la economía hacía el pleno empleo mientras que los post keynesianos piensan que la flexibilización de los salarios reales y nominales va a empeorar la situación, dado que va a  reducir la demanda y al aumentar la carga de las deudas de los empresarios.
Dichas deudas contribuyen una característica ineludible de las economías monetarias de producción. Las economías modernas se apoyan en la existencia de contratos estipulados es unidades monetarias corrientes, como dólares o soles, y no en unidades de producción.
Las familias no poseen directamente los activos físicos utilizados por las empresas, conservan mas bien activos financieros, y su mayor o menor disposición a renunciar a los activos menos líquidos puede provocar crisis.
El motor de la economía post keynesiana es el gasto en inversión.
Este gasto es decidido por los empresarios, con independencia de las decisiones de ahorro de las familias. El papel de los bancos es primordial, pues son ellos quienes suministran los adelantos requeridos por las empresas para llevar a cabo la producción.
Los post keynesianos opinan que el sistema bancario concede créditos a todos los empresarios potenciales con solvencia.
Esta reputación de solvencia depende sobre todo del grado de endeudamiento de la empresa. Ese es el principio del riesgo creciente de Kalecki, cuya incidencia es considerable.
La cuantía se halle en expansión o en recesión.
La incertidumbre radical:
Se asocia a menudo con la incertidumbre radical, subrayada por Keynes y Franz knight. Es un género diferente del riesgo probabilizable de las teorías neoclásicas. En el caso de la incertidumbre radical no vale el cálculo de probabilidades, pues no se conocen ni las probabilidades que tendrían que asignarse, ni e conjunto de estados de posibles del universo de referencia, En términos sencillos la incertidumbre radical es la confianza del decisor o como denominó Keynes a esto “espíritus animales”.
El concepto de incertidumbre radical se halla obviamente vinculado a las nociones de tiempo histórico  y de una racionalidad razonable, ligada a un conocimiento limitado.
En el tiempo histórico el futuro no puede ser igual al presente o al pasado. En términos técnicos tomados de la física, el mundo no es ergódico, lo que significa que las medias y las fluctuaciones observadas en el pasado no se repetirán de manera idéntica para cada lapso temporal. Cada decisión crucial, según la definición forjada por Shackle, destruye los procesos ergódicos que pudieran haber existido hasta el momento en que se adoptó dicha decisión.
El rasgo de no ergodicidad relativiza las previsiones que pudieran derivarse de los análisis estadísticos o de los estudios econométricos. O sea, es poco verosímil que las regularidades observadas se repitan en el futuro.
Los post keynesianos más fundamentalistas, como Davidson y Minsky, opinan que la incertidumbre radical en poner en cuestión toda la teoría neoclásica. En efecto,  a pesar de que la incertidumbre radical sea omnipresente, los autores neoclásicos hacen como si no existiera y continúan echando mano del cálculo de probabilidades.
Algunos creen que la noción de incertidumbre roza el nihilismo si se afirma que es imposible saber si tal o cual política económica tendrán efectos previstos.
Las diversas tendencias de la escuela post keynesiana
El pluralismo de las ideas y de los métodos
La realidad es multiforme. Esto explica que los economistas heterodoxos, que adoptan una epistemología realista, acepten gran variedad de teorías y de enfoques.
Según dow, esa es en particular la situación en el ámbito de la economía post keynesiana.
Bien es verdad que la abundancia de teorías y enfoques representa una ventaja y también un inconveniente, dado que las numerosas tendencias teóricas o incluso metodológicas crean a veces la impresión de falta de coherencia, como han reprochado a los post keynesianos.
La última características de la economía post keynesiana es su pluralismo, de ideas y de enfoques. Ellos aceptan gustosamente las contribuciones procedentes de otras escuelas como la de los economistas humanistas en el ámbito de la teoría del consumidor o de los economistas institucionalistas en el ámbito de la teoría de la empresa.
Un poco al estilo de las regulacionistas franceses o los economistas de los acuerdos tácitos, los post keynesianos se nutren en numerosas fuentes económicas (Marx, Keynes, Kalecki, Kaldor, Leontief, Sraffa, Veblen, Galbraith, Andrews, Gergescu-Roegen, Hicks, Tobin) y se inspiran en numerosas disciplinas dando por descontado que la verdad se encuentra bajo formatos diversos.
Fundamentalistas, Sraffianos y Kaleckianos
Lejos de formar un todo homogéneo, en el seno de esta corriente de pensamiento se distinguen tres tendencias, los fundamentalistas, los kaleckianos y los sraffianos.
Los primeros a cuya cabeza esta Paul Davidson se inspiran mas indirectamente en Keynes. Ponen énfasis en la incertidumbre radical, el dinero, la preferencia por la liquidez, la inestabilidad financiera, asi como sobre aspectos metodológicos.
Los fundamentalistas creen que la teoría post keynesiana es mas general que la teoría neoclásica y están dispuestos a aceptar incluso ciertas hipótesis dudosas de los neoclásicos, como la hipótesis de los rendimientos decrecientes.
Los sraffianos se inspiran en los trabajos de Piero Sraffa, e indirectamente en Marx.
Se interesan por los asuntos relacionados con los precios relativos, la elección de técnicas y las interdependencias inherentes a la circularidad peculiar de un sistema de producción multisectorial que genera un excedente. Los trabajos de esta corriente también se han ocupado de asuntos intersecados como la producción conjunta, la medición del capital fijo o la determinación de un patrón invariable de valor.
Estos asuntos suscitaron un gran interés en la década de los setenta por dos motivos, por un lado los trabajos sraffianos invalidaban la teoría neoclásica de la distribución y por otro, ponían en cuarentena la versión esquemática estándar de la teoría marxista del valor trabajo. Con todo y con eso, el modelo de Pasinetti puede ser considerado como el arquetipo de una teoría sofisticada del valor trabajo.
Los restantes post keynesianos pueden subsumirse bajo el titulo de kaleckianos. Se inspiran en Kalecki e indirectamente en Marx, referente al problema de la realización de beneficios. Pero también en Kaldor y en los institucionalistas. Los Kaleckianos  son muy eclécticos. Se ocupan tanto de los problemas microeconómicos de fijación de precios de los grandes agregados macroeconómicos, asi como de las relaciones financieras mesoeconómicoas. Los kaleckianos no creen que sus teorías sean mas generales que las teorías neoclásicas, piensan simplemente son mas realistas y que se aplican a un mayor número de industrias.
Sea como fuere varios autores podrían ubicarse en cualquiera de los grupos, en especial los más eclécticos de todos. Las divergencias mas agudas se dan entre fundamentalistas y sraffianos. Estas divergencias de opinión atañen a la crítica neoclásica. Los fundamentalistas opinan que la teoría neoclásica es falsa porque omite la incertidumbre radical, la inestabilidad anticipada y la particularidad  de una economía monetaria de producción monetaria, los sraffianos por su parte creen que es la parte real de la teoría neoclásica la que es errónea, puesto que sus mecanismos de ajuste apoyan en la existencia de precios de los factores (salario real, tipo de interés real)  que reflejan la escasez, lo que no es el caso en general, según los sraffianos. Sin embargo, fundamentalistas y kaleckianos, como explicó Joan Robinson, piensan que esta crítica es esencialmente interna a la teoría neoclásica y tiene poco interés desde un punto de vista heterodoxo, dado que desdeña el tiempo histórico.
¿Post keynesianos o nuevos keynesianos?
En el seno de la escuela neoclásica se ha desarrollado una corriente un tanto contestaría , la corriente de los nuevos keynesianos ¿Qué relaciones hay entre los nuevos keynesianos y los post keynesianos? No es fácil zanjar este asunto, en un primer estadio se puede afirmar que los nuevos keynesianos comparten la tradición neoclásica, pues emplean los mismos útiles de sus colegas, los nuevos clásicos, Pero la corriente de los nuevos keynesianos no constituye de ningún modo una escuela unificada, como tampoco para la escuela post keynesiana.
Se pueden distinguir tres corrientes principales. Los nuevos keynesianos del tipo uno se proponen en explicar las rigideces nominales y creen que estas son imperfecciones que amplifican las fluctuaciones económicas, la consecuencia que se deriva de esta concepción es que sus recomendaciones de política económica son parecidas a las de los nuevos clásicos.
Los nuevos keynesianos del tipo dos, entre los que destaca Stiglitz, se proponen explicar las rigideces reales, usualmente a base de postular la presencia de una información imperfecta y asimétrica. A su juicio, la flexibilidad de precios o de los salarios no ayuda para nada a corto plazo.
Finalmente los nuevos keynesianos de tipo tres construyen modelos con equilibrios  múltiples o que se autorrealizan, relacionados con la existencia de problemas de coordinación.
Es esta tercera variante, aunque se inspire en la teoría del equilibrio general, la que se halla mas cerca de la teoría post keynesiana, en la medida en que en general pone en duda la existencia de una tasa natural de paro o de una tasa de crecimiento natural y única.
Esta convergencia de visiones también se dan en el ámbito de los trabajo de economía aplicada, por ejemplo, en los trabajos sobre la política monetaria y la función de inversión.
Actualmente las investigaciones de este genero suelen dejar mucho protagonismo a las restricciones de liquidez, siguiendo la estela marcada por Kalecki.
Uno de los especialistas de este campo es precisamente Steve Fazzari. Al que algunos sitúan entre los nuevos keynesianos, cuando en realidad  es un economista kaleckiano.
De todos modos, los post keynesianos y los nuevos keynesianos difieren netamente, si se analiza el diverso papel desempeñado por la restricción de la demanda efectiva en los modelos peculiares de cada grupo.
Para los post keynesianos este papel es predominante y esencial como hemos señalado mas antes. Para los nuevos keynesianos la demanda global es en general exógena y los racionamientos se producen por el lado de la oferta.